/ viernes 19 de julio de 2024

Viviendas pequeñas, las más habitadas en Veracruz

Veracruz tiene 2 millones 372 mil 316 viviendas particulares habitadas, de las cuales 692 mil 811 (29.2%) tienen hasta 45 metros cuadrados

XALAPA. De más de dos millones de viviendas particulares habitadas en Veracruz, el 29.2 por ciento apenas alcanza los 45 metros cuadrados. A nivel nacional, Veracruz es la segunda entidad con más viviendas pequeñas habitadas, superada solo por el Estado de México, según la Encuesta Nacional de Vivienda (ENVI) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

En 2020, la ENVI reportó que el 40.4 por ciento de las viviendas particulares habitadas en Veracruz son de hasta 55 metros cuadrados, ubicando a la entidad en el quinto lugar nacional, detrás de Campeche, Baja California Sur, Chiapas y Quintana Roo.

Según la misma encuesta, Veracruz tiene 2 millones 372 mil 316 viviendas particulares habitadas, de las cuales 692 mil 811 (29.2 por ciento) tienen hasta 45 metros cuadrados.

El 54.8 por ciento de las viviendas en Veracruz tiene problemas estructurales como humedades o filtraciones de agua en cimientos, muros o techos, ubicando a Veracruz en el séptimo lugar nacional en este aspecto. Además, el 49.2 por ciento de las viviendas presenta grietas o cuarteaduras en techos o muros.

El 69.3 por ciento de las viviendas particulares habitadas necesita arreglos y remodelaciones, mientras que el 69.1 por ciento requiere ampliaciones de espacio.

La habitabilidad y derechos de vivienda

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), una vivienda adecuada debe ofrecer espacio suficiente y protección contra el clima y otros riesgos. Además, debe garantizar la seguridad física de sus ocupantes.

Según el estudio “Cómo viven los mexicanos. Análisis regional de las condiciones de habitabilidad de la vivienda” de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la habitabilidad de una vivienda depende de su tamaño, los materiales de construcción, el acceso a servicios y la seguridad jurídica de la propiedad.

El estudio de la UNAM señala que las políticas de vivienda, enfocadas en la producción masiva de viviendas sociales, si bien habían logrado abatir el déficit cuantitativo de vivienda, no han mejorado las condiciones de habitabilidad.

El 54.8 por ciento de las viviendas en Veracruz tiene problemas estructurales como humedades o filtraciones de agua en cimientos, muros o techos

“El resultado de esta política produjo enormes conjuntos habitacionales horizontales, compuestos de miles de pequeñas viviendas unifamiliares, construidas con base en modelos que se repiten a lo largo del país sin considerar las características y las necesidades de los diferentes tipos de hogares que actualmente existen”, señala.

Esto ha incrementado las desigualdades en el acceso a la vivienda y ha aumentado la segregación y exclusión social.

De acuerdo con la ENVI, de un millón 668 mil 600 viviendas particulares propias contabilizadas en Veracruz durante 2020, un 38.1 por ciento fueron elegidas tomando en cuenta la infraestructura de la vivienda, desde tamaño y dimensión, hasta su cercanía a los servicios públicos.

Casas en Veracruz llegan a medir 45 metros cuadrados. / Foto: Roberto Hernández / El Sol de México

Aunque el 37.5 por ciento de estas viviendas fueron elegidas por razones meramente económicas, ya sea por inversión, para aprovechar un crédito, o porque lo que se podía adquirir con el crédito hipotecario, subsidio o recursos propios.

El último Censo de Población y Vivienda del INEGI reportó un total de ocho millones 31 mil 248 ocupantes de viviendas particulares habitadas en el estado de Veracruz.

De estos, cinco millones 807 mil 319 reportaron contar con una casa única en el terreno, un millón 877 mil 642 personas tenían una casa que comparte terreno con otra, 101 mil 498 veracruzanos viven en casas dúplex, 155 mil 712 personas habitan en departamentos en edificios, 83 mil 889 personas viven en una vecindad o cuarterías, y 137 personas viven en un cuarto de azotea en un edificio.

La clasificación y registro de viviendas

El informe “Estado Actual de la Vivienda en México” (EAVM), publicado en noviembre de 2023 por la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF) y la Fundación Centro de Investigación y Documentación de la Casa (CIDOC), señala que durante 2022 el sector vivienda en México enfrentó varios retos que desaceleraron la producción de viviendas.

Entre los factores que contribuyeron a esta desaceleración se encuentra el prolongado tiempo estimado desde la compra de un terreno hasta el inicio de la construcción y la eventual venta de una vivienda, proceso que puede tardar más de 24 meses.

En Veracruz, solo el 12.2 por ciento de los hogares con jefatura femenina puede acceder a una vivienda propia

Además, el encarecimiento de precios de terrenos e insumos para la construcción complica la generación de viviendas accesibles para personas de bajos ingresos, quienes además han dejado de recibir subsidios para complementar su capacidad de compra.

Otro factor adicional es la falta de créditos hipotecarios para las personas que trabajan en el sector informal. Según cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del INEGI, la economía informal representa el 55.4 por ciento del total en el país.

Hombre en un departamento. / Foto: Roberto Hernández / El Sol de México

En 2022, se registraron 144 mil 879 viviendas en México, una disminución del 43.77 por ciento respecto al año anterior.

En Veracruz, se registraron cuatro mil 218 viviendas, representando el 2.91 por ciento del total nacional. Las viviendas de tipo popular predominan con el 57.73 por ciento, seguidas por las tradicionales (29.71 por ciento), de clase media (10.86 por ciento), económicas (1.78 por ciento) y residenciales (0.28 por ciento).

Los ingresos necesarios para adquirir una vivienda

Según el Reporte de Asequibilidad por Género 2023 de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), se necesitan ingresos mensuales de entre 15 mil 492.2 y 31 mil 443.6 pesos para adquirir una vivienda popular, considerando un plazo promedio de 20 años y una tasa hipotecaria del 11.4 por ciento.

Para una vivienda tradicional, los ingresos deberían rondar entre 26 mil 258 y 53 mil 294.2 pesos; para una vivienda de clase media se requiere un ingreso mensual de entre 45 mil 951.5 y 93 mil 264.9 pesos; mientras que para una vivienda de clase residencial o residencial plus el ingreso debe ser mayor a 98 mil 467.5 pesos.

La Sociedad Hipotecaria Federal (SHF) reporta que los hogares con jefatura masculina tienen mayor acceso a créditos hipotecarios que aquellos con jefatura femenina.

En Veracruz, solo el 12.2 por ciento de los hogares con jefatura femenina puede acceder a una vivienda propia, ubicándose así en la lista de entidades con el menor porcentaje de hogares liderados por mujeres sin casa propia que pueden adquirir una vivienda.

En contraste, en Baja California, el 52.9 por ciento de los hogares con jefatura femenina sin vivienda propia puede acceder a una vivienda, siendo esta la entidad con el mayor porcentaje en esta categoría.

La brecha salarial sigue siendo un obstáculo significativo para los hogares con jefatura femenina, limitando su acceso al mercado de vivienda.

XALAPA. De más de dos millones de viviendas particulares habitadas en Veracruz, el 29.2 por ciento apenas alcanza los 45 metros cuadrados. A nivel nacional, Veracruz es la segunda entidad con más viviendas pequeñas habitadas, superada solo por el Estado de México, según la Encuesta Nacional de Vivienda (ENVI) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

En 2020, la ENVI reportó que el 40.4 por ciento de las viviendas particulares habitadas en Veracruz son de hasta 55 metros cuadrados, ubicando a la entidad en el quinto lugar nacional, detrás de Campeche, Baja California Sur, Chiapas y Quintana Roo.

Según la misma encuesta, Veracruz tiene 2 millones 372 mil 316 viviendas particulares habitadas, de las cuales 692 mil 811 (29.2 por ciento) tienen hasta 45 metros cuadrados.

El 54.8 por ciento de las viviendas en Veracruz tiene problemas estructurales como humedades o filtraciones de agua en cimientos, muros o techos, ubicando a Veracruz en el séptimo lugar nacional en este aspecto. Además, el 49.2 por ciento de las viviendas presenta grietas o cuarteaduras en techos o muros.

El 69.3 por ciento de las viviendas particulares habitadas necesita arreglos y remodelaciones, mientras que el 69.1 por ciento requiere ampliaciones de espacio.

La habitabilidad y derechos de vivienda

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), una vivienda adecuada debe ofrecer espacio suficiente y protección contra el clima y otros riesgos. Además, debe garantizar la seguridad física de sus ocupantes.

Según el estudio “Cómo viven los mexicanos. Análisis regional de las condiciones de habitabilidad de la vivienda” de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la habitabilidad de una vivienda depende de su tamaño, los materiales de construcción, el acceso a servicios y la seguridad jurídica de la propiedad.

El estudio de la UNAM señala que las políticas de vivienda, enfocadas en la producción masiva de viviendas sociales, si bien habían logrado abatir el déficit cuantitativo de vivienda, no han mejorado las condiciones de habitabilidad.

El 54.8 por ciento de las viviendas en Veracruz tiene problemas estructurales como humedades o filtraciones de agua en cimientos, muros o techos

“El resultado de esta política produjo enormes conjuntos habitacionales horizontales, compuestos de miles de pequeñas viviendas unifamiliares, construidas con base en modelos que se repiten a lo largo del país sin considerar las características y las necesidades de los diferentes tipos de hogares que actualmente existen”, señala.

Esto ha incrementado las desigualdades en el acceso a la vivienda y ha aumentado la segregación y exclusión social.

De acuerdo con la ENVI, de un millón 668 mil 600 viviendas particulares propias contabilizadas en Veracruz durante 2020, un 38.1 por ciento fueron elegidas tomando en cuenta la infraestructura de la vivienda, desde tamaño y dimensión, hasta su cercanía a los servicios públicos.

Casas en Veracruz llegan a medir 45 metros cuadrados. / Foto: Roberto Hernández / El Sol de México

Aunque el 37.5 por ciento de estas viviendas fueron elegidas por razones meramente económicas, ya sea por inversión, para aprovechar un crédito, o porque lo que se podía adquirir con el crédito hipotecario, subsidio o recursos propios.

El último Censo de Población y Vivienda del INEGI reportó un total de ocho millones 31 mil 248 ocupantes de viviendas particulares habitadas en el estado de Veracruz.

De estos, cinco millones 807 mil 319 reportaron contar con una casa única en el terreno, un millón 877 mil 642 personas tenían una casa que comparte terreno con otra, 101 mil 498 veracruzanos viven en casas dúplex, 155 mil 712 personas habitan en departamentos en edificios, 83 mil 889 personas viven en una vecindad o cuarterías, y 137 personas viven en un cuarto de azotea en un edificio.

La clasificación y registro de viviendas

El informe “Estado Actual de la Vivienda en México” (EAVM), publicado en noviembre de 2023 por la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF) y la Fundación Centro de Investigación y Documentación de la Casa (CIDOC), señala que durante 2022 el sector vivienda en México enfrentó varios retos que desaceleraron la producción de viviendas.

Entre los factores que contribuyeron a esta desaceleración se encuentra el prolongado tiempo estimado desde la compra de un terreno hasta el inicio de la construcción y la eventual venta de una vivienda, proceso que puede tardar más de 24 meses.

En Veracruz, solo el 12.2 por ciento de los hogares con jefatura femenina puede acceder a una vivienda propia

Además, el encarecimiento de precios de terrenos e insumos para la construcción complica la generación de viviendas accesibles para personas de bajos ingresos, quienes además han dejado de recibir subsidios para complementar su capacidad de compra.

Otro factor adicional es la falta de créditos hipotecarios para las personas que trabajan en el sector informal. Según cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del INEGI, la economía informal representa el 55.4 por ciento del total en el país.

Hombre en un departamento. / Foto: Roberto Hernández / El Sol de México

En 2022, se registraron 144 mil 879 viviendas en México, una disminución del 43.77 por ciento respecto al año anterior.

En Veracruz, se registraron cuatro mil 218 viviendas, representando el 2.91 por ciento del total nacional. Las viviendas de tipo popular predominan con el 57.73 por ciento, seguidas por las tradicionales (29.71 por ciento), de clase media (10.86 por ciento), económicas (1.78 por ciento) y residenciales (0.28 por ciento).

Los ingresos necesarios para adquirir una vivienda

Según el Reporte de Asequibilidad por Género 2023 de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), se necesitan ingresos mensuales de entre 15 mil 492.2 y 31 mil 443.6 pesos para adquirir una vivienda popular, considerando un plazo promedio de 20 años y una tasa hipotecaria del 11.4 por ciento.

Para una vivienda tradicional, los ingresos deberían rondar entre 26 mil 258 y 53 mil 294.2 pesos; para una vivienda de clase media se requiere un ingreso mensual de entre 45 mil 951.5 y 93 mil 264.9 pesos; mientras que para una vivienda de clase residencial o residencial plus el ingreso debe ser mayor a 98 mil 467.5 pesos.

La Sociedad Hipotecaria Federal (SHF) reporta que los hogares con jefatura masculina tienen mayor acceso a créditos hipotecarios que aquellos con jefatura femenina.

En Veracruz, solo el 12.2 por ciento de los hogares con jefatura femenina puede acceder a una vivienda propia, ubicándose así en la lista de entidades con el menor porcentaje de hogares liderados por mujeres sin casa propia que pueden adquirir una vivienda.

En contraste, en Baja California, el 52.9 por ciento de los hogares con jefatura femenina sin vivienda propia puede acceder a una vivienda, siendo esta la entidad con el mayor porcentaje en esta categoría.

La brecha salarial sigue siendo un obstáculo significativo para los hogares con jefatura femenina, limitando su acceso al mercado de vivienda.