La contaminación provocada por Pemex en Tucta, Nacajuca, por los pozos petroleros, SEN 123, del cual se sacaban los mayores barriles de petróleo y el Terra, que en el 2013 registró una gran explosión, han generado que varios contaminantes derivados del petróleo, afecten los sembradíos en esa región, muerte de animales y pescados.
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Al paso del tiempo se han registrado un sinnúmero de enfermedades, tales como leucemia, problemas de vista, diabetes, tiroides, vitíligo, problemas de neurosis, niños y personas adultas esquizofrénicas, debido a la alimentación, ya que lo que la población come, lo produce ahí mismo y las tierras están contaminadas.
En entrevista con LA PRENSA, la gobernadora indígena Candelaria Lázaro, oriunda de Tucta, Nacajuca, denunció esa preocupante situación en esa región tabasqueña y destacó que la gente no dimensiona que esa contaminación originada por los derrames de combustible, no es inmediata, se está viendo después de varios años.
Asimismo, lamentó el olvido del presidente Andrés Manuel López Obrador, a sus paisanos, pues parte del inicio de su carrera política aconteció en Nacajuca, claro, dijo, aunque todos sabemos que nació en el municipio de Macuspana, Tabasco.
Los pobladores de la zona, afirmó Lázaro Lázaro, denuncian que las citadas explosiones y el derrame de petróleo han contaminado el agua y la tierra, por lo que ahora viven preocupantes problemas de salud.
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Pago de indemnizaciones
Recordó que hubo pseudolíderes que se aprovecharon y buscaban pago de indemnización, plantones, pero nadie se ocupó en hacer un inventario de lo que hay en la zona, tipos de árboles, ríos, agua, maderables, lo que se cosecha, ni tampoco de las enfermedades que afectan a los pobladores, ni cuánto creció desde hace 10 años. Y aceptaron una indemnización.
Pemex lo que hizo fue mandar unos camiones emergentes con médicos, que daban mejorales, paracetamol, y claro que a mucha gente le dolía la cabeza, porque el olor a petróleo, es muy fuerte, penetrante, pero aceptaba esas medicinas, sin medir el daño colateral.
En el 2019, en el mismo Pozo Terra, se rompió un tubo por falta de mantenimiento, y afectó a dos comunidades de manera directa, la ranchería La Loma y el pueblo de Tucta, precisó la gobernadora indígena, desde el 2018 a la fecha.
Ahí hay un proyecto que impulsó el actual al presidente, los llamados camellones chontales o chinampas, se hicieron montículos para sembrar y los canales los utilizara para cultivar pescados, pollos, de los productos que se sacaban de ahí se criaban cerdos, eso hizo que creciera la economía, se levantara la comunidad.
Esos pozos citados, afectaron a los camellones chontales, se murieron muchos peces, la tierra quedó infértil y no hay programas que den continuidad, no sólo a resarcir el daño, sino a la restauración del medio ambiente.
Se necesitan censos
La gente se ha sabido pedirle al gobierno, resarcir los daños que desde la explosión del pozo de Terra 123, y se necesita realizar un censo, casa por casa de la situación que les afectó, sus tierra, su salud, aunque claro que para ello se necesitan recursos, médicos, ingenieros que miden la contaminación de la tierra, el agua y los animales.
“Yo he solicitado a través de la UNAM, organizaciones ambientalistas, que se haga un estudio de la situación de contaminación en las zonas donde hay pozos petroleros, pero todas piden herramientas y recursos para realizarlo, algo que yo no tengo”, comentó la dirigente indígena.
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Eso también le corresponde a Pemex, al gobierno federal y estatal, sólo que éste último siempre se ha lavado las manos y no ha sido un buen enlace y el problema se ha convertido en un conflicto social. Los chontales, habitantes de la zona, no se dan cuenta que la contaminación en sus tierras, es un caso de vida o muerte.
También, añadió, hemos padecido inundaciones y esa agua contaminada (Laguna la Enramada) que también afecta la piel. Además, no tenemos un hospital en forma, sólo un centro de salud, el cual no cuenta con especialistas, sólo médicos pasantes.
Lázaro Lázaro comentó que en los pueblos afectados viven cerca de 9 mil personas.
La representante indígena, en 22 estados del país, recalcó que su demanda principal es que Pemex pague a los peritos externos que va a proponer, “tenemos la capacidad de invitar a peritos en materia ambiental, pero no tenemos para pagar, así como el censo de las enfermedades que tiene la población, las cosechas, y el agua.
Dijo que la estación de bomberos en la localidad de Oxiacaque, donde está el pozo petrolero terrestre SEN 123, no cuenta con equipo para combatir un incendio aunque en la zona hay derrames de hidrocarburo y detonaciones para la exploración por parte de Pemex.
Ni las instalaciones de Pemex en esa localidad no cuentan con unidades para combatir un incendio.
En Tabasco, tierra de pantanos, manglares y comunidades indígenas, la explotación de hidrocarburos ha acelerado la contaminación del medio ambiente, concluyó Candelaria Lázaro.
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