AGUASCALIENTES, AGS., 30 de noviembre (OEM-Informex).- Contrario a lo que se podría pensar y conforme pasa el tiempo, se ha podido comprobar que la violencia y el crimen no son lo opuesto a la política, sino que son una variante y una modalidad de ésta, tanto en México como en el resto del mundo.
Para el exgobernador de Aguascalientes, Otto Granados Roldán, ello, sin embargo, no es un nuevo, sino que ha ocurrido a lo largo de los siglos y es un ingrediente inherente a esta actividad.
Granados Roldán, quien durante los últimos años del sexenio de Enrique Peña Nieto se desempeñó como Secretario de Educación Pública, presentó formalmente su libro “El recuerdo y las heridas: el asesinato de mi abuelo”, donde plasma el homicidio de Vidal Roldán y Ávila, quien fuera senador suplente por Aguascalientes, ocurrido en 1925 y donde existió una manipulación de las investigaciones que llevó a que los presuntos responsables no recibieran nunca castigo alguno.
“Con los años, con el tiempo, uno va entendiendo que la violencia, que el crimen no son necesariamente lo opuesto de la política, sino que en ocasiones son una variante, son una modalidad y eso pasa en México, eso sigue pasando a la fecha y en muchas partes del mundo yo diría que es un ingrediente único y propio de la política”, considera en conferencia de prensa ofrecida previamente a la presentación oficial del escrito.
Sin querer ahondar en el desempeño del actual gobierno, el también exembajador de México en Chile y excoordinador de Comunicación Social de la Presidencia de la República, durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, percibe que “en el México actual ya no nos queda más que la ficción”.
Anuncia que trabaja ya en otro libro donde plasmará el ejercicio de gobierno que encabezó, de 1992 a 1998, no como una sucesión de cifras o informe de gobierno, sino en su vivencia personal
Ese escrito relatará desde el momento en que le fue anunciado cómo llegó a la candidatura, quién se lo notificó, los criterios para la integración de su gabinete e incluso la derrota del PRI en 1995, cuando por primera ocasión Acción Nacional ganó la mayoría en el Congreso y varias alcaldías.
“Cuando uno revisa las cifras, los niveles de competitividad en los que estaba el estado en 1998, los indicadores educativos y esto, creo que el balance es bueno”, apunta finalmente.
EGS