Existe una simulación constante dentro de las dependencias, instituciones y secretarías, las mujeres que laboran o ejercen en este tipo de espacios piensan como políticas, pero no como mujeres, así lo expresó Teresa Carrizales.
Tienen actitudes sumisas y hasta cómplices, en cuanto a las reproducciones de violencia hacia sus mismas congéneres, “Nunca he entendido por qué si ven que son agredidas, o se les está faltando al respeto, o no están de acuerdo con esta simulación, !no se paran y se van!, para ver si es cierto que no las oyen”
“Lamentablemente existimos muchas mujeres solas, que hemos decidido emprender este tipo de luchas, donde una se hace bastantes interrogantes, ¿quién me va volver a contratar?, ¿A quién no le voy a ser incómoda?, ¿cuántos me consideran una loca?, es una batalla diaria consigo misma”, puntualizó
Porque lamentablemente una mujer que exige sus derechos, evidencia las violencias y critica el proceder de un Estado misógino, siempre será vista como una “histérica”, “Yo que he manifestado mi descontento, siempre se me ha tachado que “estoy en mi días”, que tengo problemas en mi casa, que sí me comporto de tal manera es porque no tengo esposo, se meten en cosas tan personales, como hasta señalar que he tenido algún trastorno o adicciones”, infirió Carrizales.
Muchas personas han emitido comentarios prejuiciosos, ante el desconocimiento de los hechos que acontecieron en Julio de 2019, “Lo que no alcanzan a ver es que la violencia escala, no podemos tener ciudadanos que no sean violentos, si tu Estado es violento, ven la impunidad en la que se manejan las instituciones de gobierno, mismas que replican actitudes violentas hacia el género femenino.
Potosinos desconocen que yo no comencé “con la arrastrada y golpes de julio 2019”, todo inició con amenazas, hostigamiento, privaciones, me quitaron mis herramientas de trabajo, personal que me ayudaba lo destituyeron; violencias que son similares a las que padece cualquier ama de casa, que viven en la amenaza, en la incertidumbre, el recorte de gastos, la violencia económica y psicológica.
A mi, fue a quien arrastraron, pero lo peor no fue lo que se muestra en el video, sino lo que no se ve, nadie dice que me llevaron a pasear durante horas en el periférico, sin nada, hasta sin zapatos, junto con dos hombres, y otros siete que me custodiaban, donde me armé de valor y pregunté :¡ ¿Si me van a llevar a la barandilla, o tienen otra orden, sino para que la lleven a cabo a la de ya?!
Las personas a veces no entienden la humillación y las vejaciones que me hicieron, me privaron de mi libertad, me criminalizaron sin motivo alguno y violentaron mis derechos humanos como mujer”.
Teresa es consciente de que cualquier tipo de violencia puede aquejar tanto a hombres, como mujeres.
JLP