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Monterrey, Nuevo León.- Las fuertes corrientes de “Hanna” arrastraron y desaparecieron a tres personas; una de ellas, un menor de edad, este martes cumple 12 años y su madre le espera en casa para festejarlo.
A Ismael Alexander Hernández Álvarez le apodan Nenuco; la corriente del arroyo Topo Chico lo arrastró el pasado sábado.
Su madre Ileana Álvarez le tenía prácticamente todo listo para festejarlo. "Quería sus braquetes, un pastel y una comidita; ayúdenme, devuélvanmelo como sea pero ya quiero tenerlo", clama la mujer.
El menor de edad es junto a otros dos adultos, las tres personas que desaparecieron arrastradas por las aguas de arroyos que captaron grandes cantidades de agua por las lluvias de “Hanna”.
La mamá de Nenuco tiene confianza en que su hijo esté por algún lugar vivo porque "sabe nadar y tal vez pudo salir, lo estamos esperando para festejar su cumpleaños, hoy cumple doce años".
Nenuco resbaló a la orilla del arroyo Topo Chico cuando estaba junto a un primo que no pudo detenerlo.
De General Cepeda, Coahuila llegó la señora Esperanza, que ayuda a la búsqueda de su marido que, también fue arrastrado por las aguas del Río La Silla al sur de Monterrey; ahora creen estos kilómetros adelante en el municipio de Guadalupe, pues ahí han encontrado algunas de las pertenencias.
Francisco Macareno, de 65 años fue arrastrado en Alfonso Reyes y Fresadores el sábado. "A las cuatro de la tarde nos contestó el teléfono, minutos después ya no, le hablé a sus hermanos que le buscarán y yo me vine a Monterrey pensando que tal vez se quedó en algún otro lugar, pero nada", señala.
"No nos dejen solos para localizarlo, aquí den estar, parece ser que se vio algo del cuerpo", añade la mujer al referirse a un sitio de la Avenida Eloy Cavazos en la localidad de Guadalupe.
Ahí mismo, en Guadalupe, las autoridades también buscan a otro adulto que fue arrastrado por las aguas del río La Silla. Las cuadrillas realizan la búsqueda a lo largo del afluente.
Este arroyo atraviesa varios municipios metropolitanos de poniente a oriente y a lo largo de su historia ha cobrado la vida de decenas de personas.
En cuestión de minutos un cuerpo humano es llevado varios kilómetros por la corriente, dice Miguel Ángel Perales, titular de Protección Civil estatal.
