Jaral del Progreso, Gto. (OEM-Informex) .- La escena del crimen aparece apacible, solitaria. En la Cabaña del Toro el espacio luce como si nada hubiera ocurrido, salvo una cinta de seguridad amarilla que evidencia los recientes acontecimientos donde murieron al menos 11 personas, cuatro de ellas mujeres traídas desde el estado de Zacatecas para trabajar en este antro como prestadoras de servicios sexuales.
Otro de los ejecutados es el concesionario del antro, apodado El Barry, quién aparentemente era quien manejaba el centro nocturno y que murió en la ejecución masiva. Dos más de los ejecutados tenían su domicilio en el Cerro del Mogote del Gallo y uno más hijo de una acaudalada familia de esta ciudad propietaria de prósperos negocios.
En la carretera Jaral-Cortazar solamente se oye la circulación constante de automóviles, mientras un costado del establecimiento Cabaña del Toro, operan trabajadores de un taller mecánico.
Afuera, pegado a la malla ciclónica que sirve de delimitación del predio está una plataforma de tráiler con chatarra. Desde ahí se alcanza a ver el anuncio prometedor: “Esta es su cabaña del Toro. Diviértase ”, se lee en la propaganda fijada en la fachada del antro que se encuentra a unos 40 metros de más allá de la cerca, sobre el acotamiento de la carretera a Cortázar.
A un costado del giro rojo, se aprecia un acceso a un camino arbolado. En ninguna parte del lugar se evidencia claramente rastros de la masacre ocurrida este domingo por la madrugada.
Mientras, en el jardín principal de la ciudad, en el templo de San Nicolás Tolentino hay un servicio funerario religioso que llama la atención de los transeúntes. Sin embargo éste servicio religioso no se refiere a ninguno de las víctimas del día de la masacre.
Los vecinos que arribaron al templo esperaban la misa de sus "conocidos" pero afirmaron que los cuerpos serán velados este lunes y la mañana del martes.
Hay temor entre los lustradores de calzado y los comerciantes del primer cuadro de la ciudad ya que este mismo domingo se habría advertido de una amenaza de bomba en el jardín principal, lo que provocó que se cancelaron los servicios religiosos en el templo San Nicolás Tolentino después de las 19:00 horas y que se acordonara la periferia del jardín por elementos de Protección Civil.
Este mismo lunes otra amenaza de bomba cerca de las 14:00 horas alarmó a los comerciantes del Mercado Municipal Miguel Hidalgo, atentado falso que movilizó a las autoridades de seguridad.
David, uno vecino de uno de los jóvenes masacrados afirmó que seguramente los servicios de velación serán en la finca de la familia o en la funeraria Garcidueñas.