Huixtla, CHIAPAS.- Integrantes de la cuarta caravana migrantes de diversas nacionalidades han quedado deambulando en carreteras y dentro de la cabecera municipal, pidiendo ayuda, luego de la persecución por parte de agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) y la Guardia Nacional (GN) durante las primeras horas de este domingo.
Fue la mañana de este día, en que alrededor de las 05:00 horas cuando los migrantes fueron sorprendidos por el operativo interinstitucional, mientras se disponían a seguir caminando con rumbo al municipio de Mapastepec, luego de haberse quedado a descansar en la zona del “Domo” multiusos ubicado en la zona centro de Huixtla.
Asociaciones civiles pro migrantes acusaron abusos por parte de los servidores públicos, a quienes señalan de haber separado a familias, sin importarles las suplicas de las madres centroamericanas que pedían ser detenidas junto con sus vástagos. También acusan que la persecución policiaca se extendió por más de ocho horas, en todas las zonas y caminos de la comunidad.
En este sentido, los migrantes, dieron a conocer que ellos se resisten volver a la ciudad de Tapachula, dónde para ellos se ha convertido en un calvario ya que no les dan trabajo por ello piden que sí son deportados que sea a sus países de origen.
De acuerdo al Instituto Nacional de Migración, durante el operativo un elemento de la Guardia Nacional resultó con multiples heridas en la cabeza, presuntamente ocasionadas por el uso de piedras, varillas y palos en contra de las autoridades. De igual forma, confirmó que se ha iniciado una investigación por la desaparición de una menor de 3 años de edad originaria de Venezuela.
Asimismo, muchos de los migrantes, han comenzado a caminar por carreteras de extravíos para burlar la vigilancia del INM, de la aduana de Cerro Gordo, pues seguirán intentando llegar a la frontera del norte en busca del sueño americano.
REPRUEBA OBISPO DE TAPACHULA VIOLENCIA CONTRA CARAVANAS DE MIGRANTES
La iglesia católica reiteró su postura de no estar de acuerdo en lo que consideran el uso desmedido de la fuerza, con violencia y atropellos que se usan para intimidar y detener a los migrantes por parte de los agentes de las instituciones federales mexicanas.
En su mensaje dominical el obispo de la diócesis de Tapachula, Jaime Calderón Calderón, reconoció que detrás de las caravanas hay una infinidad de intereses, por parte de instituciones y organizaciones no gubernamentales que han hecho de los migrantes una industria para beneficio personal.
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Dijo que es probable que por el trato recibido, la salida de las caravanas sea menos frecuente en fechas próxima, sin embargo, en Tapachula, la aglomeración, el hacinamiento, el desempleo, el hambre, la tentación de refugiarse en las drogas, los problemas de salud y el estrés colectivo, fruto de la sobrepoblación, siguen siendo el pan de cada día.
El líder religioso señaló que desde las primeras caravanas en el 2018 Tapachula comenzó a ser punto de reunión para una enorme cantidad de migrantes, en su mayoría haitianos, respondiendo a la voz de fronteras abiertas y trato respetuoso de parte del gobierno federal, aunque reconoció que la espera de los migrantes, para recibir un documento que les permita el tránsito seguro por el país, ha sido interminable.
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