VILLAHERMOSA, TABASCO.- A poco más de tres meses de haberse registrado dos derrames de hidrocarburo en las instalaciones de Campo Samaria, en la ranchería Cumuapa segunda sección de Cunduacán, Petróleos Mexicanos (PEMEX) aún no ha resarcido los daños que por contaminación afectan los cultivos y contaminan los cuerpos de agua.
Pobladores de la comunidad denunciaron en su momento la sorpresiva ruptura de unas de las líneas que van hacia la batería Samaria-Luna I, esparciéndose sobre los terrenos aledaños grandes cantidades de aceite.
Señalaron que el hidrocarburo se extendió hacia un dren ubicado a un costado de la citada batería y que según puede apreciarse se ha transformado en un “rio negro” causante de la muerte de diversas especies de ese ecosistema como pochitoques, hicoteas y otros quelonios.
De igual forma invadió los sembradíos de limón, naranja, plátano y otras frutas, localizados en las inmediaciones del lugar, ocasionando pérdidas a los campesinos que viven de vender sus productos del campo en mercados de la cabecera municipal y localidades cercanas.
Y es que este incidente afectó al menos unas 40 hectáreas de cultivos. Las plantas se están secando y los frutos se cayeron de las ramas antes de alcanzar la etapa ideal para la cosecha, en tanto los pastizales están secos y los criadores de ganado tienen que mover sus reses a otras zonas.
Lo peor de todo es que la empresa productiva del Estado poco o nada ha hecho por sanear el arroyo y pagar por las afectaciones generadas por la fuga, argumentando que no está obligado a resarcir daños debido a que el derrame fue provocado por presuntos huachicoleros que abrieron la tubería en busca de combustible.
JLP