La fiesta número 52 de una habitante de Minatitlán, Veracruz,se convirtió en una noche de terror para decenas de familias,luego de que un comando armado ingresó a la palapa donde sellevaba a cabo el convivio y terminó con la vida de 14 personas,entre ellas, un pequeño de un año.
El evento estaba programado para concluir a las 22:00 horas, sinembargo, una hora antes, por lo menos tres sujetos de complexióndelgada (según el relato de testigos), irrumpieron en el recintodenominado "Los Potros", ubicado en el callejón 5 de Septiembreesquina con 1ro de Mayo de la Colonia Obrera, a un costado de unode los accesos a la Refinería.
Mientras el tecladista tocaba "La vida es un carnaval", de CeliaCruz, hombres y mujeres que se hallaban en el lugar comenzaron abuscar refugio para evitar que las balas, provenientes de armaslargas, les arrancaran la vida.
MATARON A MI ÚNICO HIJO
"Era el cumpleaños de mi hermana, cumplía 52, yo venía delbaño cuando comenzó la tronadera, no vi cuántos eran porque yano salí. Perdí a mi hijo, mi único hijo, ya se imaginará eldolor que tengo de ver a mi único hijo muerto, Dios es tan grandeque aquí estoy parada, con mi dolor, porque no se puede decir otracosa, tenía 32 años", dijo una mujer que logró salir viva dellugar.
En el relato que une el rompecabezas de esta noche deconfusión, los sobrevivientes narran que incluso fueron apuntadosen la cabeza y obligados a mirar cómo otros asistentes a la fiestaeran asesinados.
MATARON A LAS VIEJITAS QUE BAILABAN, ME APUNTARON ALA CABEZA, YO SOLO LE PEDÍ PERDÓN A MI DIOS
"A las viejitas que estábamos bailando nos apuntaron. Sí,mataron a varias viejitas. No sé cuántos eran, yo lo que hice fueaventarme debajo de la mesa, a mi me apuntaron, pero me encomendéa Dios y le dije: perdóname señor y que se haga tu voluntad. Seme hizo eterno, pensé que no iba a terminar. Éramos como 50,éramos puras señoras", indicó una mujer que toda la nochedespués del incidente se la pasó rezando y arrepintiéndose porno haber guardado los días sagrados.
AL BEBÉ LO SIGUIERON REMATANDO
Otra de las asistentes, que también perdió a su hermano,describió que al pequeño de un año, que vestía playeraamarilla, short de mezclilla y tenis negros, le dispararon a quemaropa.
"Seguía más, yo dije, fue un balazo, pero fue una rociaderaporque estaban muertos y ahí mismo le seguían dando. Al bebé losiguieron rematando, le dieron en el corazoncito, cómo no se van adar cuenta si lo traía la mamá cargando. A la mamá también ledieron. Yo creo que el papá lo quiso cubrir, pero le dieron en lacara", recordó.
Las versiones indican que, en efecto, los pistoleros buscaban aalguien, sin embargo, pese a que mataron a más de una decena depersonas, todavía se dieron el lujo de torturar psicológicamentea quienes sobrevivieron, pues los obligaron a observar cómo losacribillaban.
"A los que estaban agachados les decían que voltearan a ver alos muertos, les volvían a dar. Que los miraran, volteabas averlos y te decían volteate. Creo que buscaban a alguien, teapuntaban a la cabeza o la espalda con armas largas. Eran como seispersonas, yo solo vi al que me estaba apuntando, solo decía: entus manos encomiendo mi espíritu, perdóname, perdóname, me cubrocon tu sangre preciosa y grité: la sangre de Cristo tiene poder,el hombre se dio la vuelta y ¡pam! le dio al que estaba a lado;¡pam! le dio al que estaba del otro lado y dije, me va a tocar enla espalda, pero se fueron. Luego vi a mi comadre, yo le decíapárate manita, párate, pero no, ya la habían matado".
En la fiesta se dio de comer cochinita y muchas asistentesvestían trajes típicos de Oaxaca.
Algunos otros sobrevivieron porque se fueron temprano, indicaronque estas fechas son para "guardarse" y no para estar defiesta.
"Dios me sacó a mi y a mi hijo, es una desgracia tan grande, yopresentía algo muy feo, por eso me fui también. Son díassagrados. Esto es un llamado del señor para que no lo abandonen",expresó otra mujer arrepentida.
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