Recibir nalgadas o tocamientos cuando van en las bicicletas o en las motos, en algún alto de semáforo; que los clientes les reciban los pedidos desnudos; ser asaltadas, extorsionadas, intimidadas, acosadas o sufrir intentos de violación, son parte de las agresiones que padecen las repartidoras de comida por aplicación en la Ciudad de México.
“Estas son las violencias machistas de las que padecen las compañeras todos los días” asegura en entrevista Paola Ángel, representante del colectivo “Ni una repartidora menos”.
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En las plazas capitalinas las tratan mal o las sacan, porque les dicen que le dan una mala imagen al lugar. “Algunos machos les gritan… “eres mujer porque andas en la calle… deberías estar en la cocina”.
Describe que "las repas" tienen miedo de subir a edificios sin saber que vamos a regresar. "Sin saber que estas personas van a salir desnudas o con esos típicos complejos de machismo, donde dicen: es que eres muy bonita, me gusta todo lo que haces, es que te debes de atener a las consecuencias de repartir”.
La joven relata que 1 de cada 5 mujeres repartidoras en la CDMX reportan haber sufrido acoso sexual o nalgueadas, nos han robado las bicicletas, motos y hasta el pedido, “esos son los riesgos de trabajo en plataformas digitales”.
Dijo conocer 5 casos de sus compañeras que andan en motocicletas y les han aventado los carros; o bien si van en bicicletas les gritan insultos o bien las manosean.
“A mí se han atropellado y una vez me aventaron el carro en 5 ocasiones para poderme matar, afortunadamente no lo lograron porque la bicicleta se atoró en el automóvil y aun así el conductor dijo que fue mi culpa”, narró.
Comentó que hay estudios que señalan que el 15% de las socias repartidoras ha experimentado acoso, aunque considera que es mayor. Además, tienen una brecha salarial del 18% con respecto a lo que logran ganar los socios repartidores hombres, quienes también viven en precariedad laboral.
Paola Ángel como integrante de “Ni una repartidora menos” narra que hay “compañeras que han fallecido atropelladas, algunas han sido secuestradas; también han sido agredidas por policías, que si bien ya han sido suspendidos, las jóvenes tienen miedo de salir a la calle”.
En el caso de la plataforma Didi, explicó que, de cada 10 hombres, 3 son mujeres repartidoras, en las demás se desconoce. Por ello, como colectivo vamos a realizar un registro de las repartidoras en Ciudad de México.
“El Trabajo del Futuro con Derechos Laborales”, investigación del Colegio de México de 2021, señala que menos una quinta parte de las mujeres que trabajan como repartidoras en plataformas digitales en la Ciudad de México reportan haber sufrido un evento de acoso sexual.
Este grupo de trabajadoras repartidoras, al igual que los hombres, en esta relativa modalidad de trabajo, cuentan con poca protección laboral y de seguridad social.
En entrevista, la joven afirma que muchas ocasiones ganan entre 60 y 100 o 200 pesos diarios, “somos uno de los sectores más precarizados, pagamos IVA del 16%, además del 2% que aplica este gobierno por utilizar las calles estacionados”.
Como una forma de protección entre ellas, convoca a todas sus compañeras a permanecer en los grupos de whatsApp para mantenerse comunicadas y reportar donde se ubican o si han tenido algún problema.
La activista comentó que algunas repartidoras si han denunciado los intentos de violación, pero llegan con la autoridad y las revictimizan, por esa razón tienen miedo de presentar sus denuncias.
Ante la total desprotección en la que laboran por necesidad y falta de oportunidades, invita a las repartidoras a formar parte del colectivo, alzar la voz y trabajar juntas para construir lugares seguros.
La representante del colectivo “Ni una repartidora menos” afirmó que los delitos en su contra representan el doble de lo registrado por los varones, quienes también se encuentran laborando en condiciones de riesgo.
Entre los 59 repartidores fallecidos, en los dos últimos años, algunas han sido mujeres que han muerto atropelladas por automóviles, taxis, camiones, combis o un tráiler, sin ninguna resolución a favor del trabajador y sin ningún detenido.
De acuerdo con el estudio del Colegio de México, Cornershop es la plataforma con mayor porcentaje de ocurrencia de acoso sexual. “Esto puede ser posible porque una mayor proporción de mujeres trabajan en esta última plataforma y son ellas las que más reportan haber sido víctimas de acoso.
A Cornershop le sigue Delantal, con un 15% de las ocurrencias. Le sigue UberEats y Rappi con casi 12% de las ocurrencias cada uno, mientras que Didi registró un 11%, según el estudio.
Otro de los riesgos reportados por el personal que trabaja en estas plataformas son los turnos de noche (40%), seguido de hacer repartos en lugares con alta inseguridad (34%) y los riesgos de tránsito (20%). Aunque sufrir un accidente es el riesgo con mayor prevalencia.
De esta población, casi la mitad (46%) reportó haber sufrido un accidente por conducir motocicleta. Este es el medio de transporte con más riesgo, seguido de cerca por la bicicleta con 44%, automóvil con 38%, mientras que repartir a pie resultó lo más «seguro» con 22%, refiere la citada investigación.
No obstante, las mujeres sufren más acoso sexual, los hombres sufren el doble de accidentes que las mujeres.
Esto se explicaría en parte porque los hombres suelen utilizar más del doble una motocicleta o motoneta que las mujeres. Mientras que las mujeres prefieren la bicicleta, el auto o hacer entregas a pie en mayor proporción.
Un reporte de Oxfam México y el Instituto de Estudios sobre Desigualdad (INDESIG) que toca la situación de las mujeres repartidoras señala que la brecha salarial, el acoso sexual por motivos de género y las implicaciones de la carga de cuidados que recae en este sector de la población.
AQUÍ TAMBIÈN LAS MUJERES GANAN MENOS
De acuerdo con Oxfam México, las personas repartidoras ganan 2,562 pesos por semana en promedio. Pero las mujeres reciben ingresos más bajos que los hombres a pesar de dedicar el mismo número de horas al trabajo con aplicaciones, ellas ganan 425 pesos menos que el promedio general, lo que implica una brecha salarial de 18%.
Esto significa que por cada 100 pesos que perciben los repartidores, las repartidoras perciben 82 pesos”, apunta el estudio.
“Algunas mujeres que trabajan como repartidoras de aplicaciones, suelen llevar con ellas a sus hijos o hijas mientras trabajan porque no tienen acceso a servicios públicos de cuidados”, subraya el informe.
La principal motivación de las mujeres para ingresar al reparto con aplicaciones es la flexibilidad de horarios (44% afirman esta razón, frente a 32% de los hombres).
Sin embargo, muchas de ellas son cabeza de familia lo que implica recurrir a este tipo de aplicaciones con el fin de mantener a sus hijos.
“Dado que no tienen acceso a servicios públicos de cuidado el 34% de las repartidoras trabajan acompañadas de sus hijos o hijas y el motivo principal que reportan en la encuesta es que no hay nadie más que se encargue del cuidado de niños y niñas”, indica Oxfam.
Para evitar el acoso sexual que sufren, un importante número de repartidoras, han encontrado en algunas opciones la oportunidad de sólo dar servicio a mujeres.
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También se sabe que el programa de DiDi Mujer está aún en proceso de rendir más frutos para la compañía de movilidad, debido a que el crecimiento de socias conductoras es mayor que el año pasado, ya que tuvo un incremento en el registro del 103%, hasta noviembre del 2021, además de un promedio de conexión mayor, pues hubo 42% más actividad en la plataforma.
Marlene, de 20 años es repartidora de Uber eats, desde hace 2 años, reconoce saber sido sujeto de acoso sexual y tocamientos cuando anda en su bicicleta, pero como es madre soltera le conviene este trabajo, por la flexibilidad en el horario.
Para ella, otra de las ventajas de trabajar como repartidora es el ingreso, porque dice que gana más del doble de lo que ganaba en otro trabajo, y comenta que le dan más propinas que a los hombres.
Mónica platicó que a las repartidoras varias autoridades les quieren ver la cara, pues algunas les dicen que les van a dar seguro de desempleo, “pero cómo nos van a dar ese seguro, si no estamos reconocidos como trabajadores”.
Las mujeres, al igual que los hombres, repartidoras Delivery exigen seguridad laboral y social, aunque si bien ya existen diversas asociaciones y colectivos de los empleados en plataformas digitales falta mucho para lograr sus demandas de regulación.
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