Aunque la Real Academia de la Lengua y la mayoría de los diccionarios, no consignan su significado, la actividad en conjunto reporta anualmente miles de dólares en pérdidas para establecimientos mercantiles afectados, por el actuar de hombres y mujeres, jóvenes o mayores de edad, quienes entre sus ropas hurtan inimaginable variedad de productos.
Se les considera ladrones de poca monta, sin embargo, muestran determinante disposición por llevar de los centros comerciales donde actúan con frialdad, todo tipo de producto que esté a su alcance, sin pagar.
El significado del vocablo fardero (a), deriva de palabras como faldera, fardar o incluso fardo. Relacionadas con ropa, persona desaliñada, bulto o enaguas, etcétera.
Así como a estas personas, a otras que llevan a cabo hurtos o robos, se les conoce como cristaleros, zorreros, vaqueros, etcétera.
Quienes esconden entre sus ropas lo que ven a su alcance, tienen la falsa creencia de no ser vistos por empleados de los almacenes, pero en las revisiones son encontrados hasta 20 distintos artículos de diferente tamaño y uso.
Hoy en día, la actividad ha encontrado como su mayor enemigo a los sistemas de seguridad de alta tecnología, que son cámaras de video o el código de barras utilizado en los etiquetados, que se activan justo cuando estas personas se dirigen hacia la salida.
A las farderas (farderos), se le conoce también como robo hormiga. Anteriormente en algunos lugares de la República, eran exhibidas en los escaparates de las propias tiendas, pero hoy en día son remitidos ante el agente del Ministerio Público, quien determina su situación jurídica.
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En los farderos, no importa incluso su condición social o edad, y menos el tipo de mercancía que pretenden sacar de los establecimientos mercantiles.
En la red social YouTube circulan miles de videos de este tipo de actividad, como el que colgó: The Fasticio Show
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