A los 14 años de edad, Victoria Alejandra ya sabía lo que era vivir el acoso sexual por parte de un hombre mayor, Enrique “N”, presuntamente vinculado con personal de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) dentro de la Alcaldía Venustiano Carranza; han pasado cinco años de la denuncia que interpusieron sus padres y las autoridades siguen sin proteger a la denunciante.
En 2019, José Alejandro, su padre, acudió a levantar la denuncia contra el acosador de su hija, en el Centro de Justicia para Mujeres. El padre de la menor, acusa que años atrás —en 2011—, la hija de Enrique “N” intentó secuestrar a Victoria, al presentarse en su casa mientras estaba sola y decirle que se reunirían con su mamá; sin embargo, en el camino fue interceptada por Blanca, madre de la niña.
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Esa fue la primera vez que emprendieron acciones legales en contra de Enrique "N" y su hija, llamada Tania, al denunciar el intento de secuestro, sin que las autoridades tomaran cartas en el asunto, “nosotros, por miedo, decidimos dejar la fiesta en paz, pero las cosas no quedaron ahí”, comentó Alejandro para los lectores de La Prensa.
Además, narró Alejandro, el hermano del primer implicado también se acercó a la familia para ofrecerles becas, por lo que tuvo la oportunidad de estar más cerca de Victoria, “incómoda por las miradas lascivas de este señor, de seguirla en la escuela, y fuera de la casa”.
La incomodidad fue cada vez más grande, así como la inseguridad que sentían sus padres, por lo que, en 2019, acudieron a realizar la denuncia contra este hombre, misma de la que no han visto avances por parte de la autoridad, y acusan que la pausa en las investigaciones podría estar relacionada a un caso de “influencias”, según Alejandro.
Por medio de las primeras acciones del Centro de Justicia para Mujeres se determinó que el impacto generó estrés postraumático en Victoria, por lo que le fue sugerido tratamiento psicológico y psiquiátrico; ya toma medicamentos que le ayudan día con día.
La extorsión
Las acciones legales también fueron en contra de Raúl “N”, “porque estaba extorsionando a mi esposa, porque, como le comento, este sujeto tenía antecedentes por trata de menores, también a ella la enganchó ofreciendo becas de la alcaldía Venustiano Carranza, haciéndose pasar por empleado”, contó José Alejandro.
A pesar de que existe una carpeta de investigación ante la Fiscalía de Investigación del Delito de Secuestro (FAS), continúa el hostigamiento por parte de los imputados, pero no hay avances, ni órdenes de aprehensión, ni citatorios que les den la tranquilidad que buscan.
Para Alejandro es necesario poner evidencia las omisiones por parte de la FGJ, al no continuar con el caso que se ha hecho más grande al buscar ayuda en medios de comunicación, ya que al darse a conocer su situación y la de su familia, un nuevo caso de acoso se presentó para Victoria.
Nuevo acoso
La historia de Victoria se difundió en televisión lo que, a decir del testimonio de Alejandro, dio a pie a que el empleado de un taller cercano al trabajo de su hija le hiciera comentarios de índole sexual el 8 de mayo, lo que generó más preocupación en Alejandro.
El trabajador, llamado “Jonathan ‘N’, vigila a qué hora entra y a qué hora sale, y me cuestiona: '¿por qué vienes por ella?' (...) me da a entender que no pase por ella, que la deje sola”, relató el padre, y agregó que el día 8 su hija recibió un comentario de tipo sexual, en su presencia, lo que derivó en un enfrentamiento entre el padre y el trabajador, en palabras, primero, y luego en golpes, entonces Alejandro quedó con una doble fractura.
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“Se me vino otro sujeto que estaba con él y me amenaza de muerte, que me va a ‘bajar’”, dijo, por ello pidió ayuda a un grupo de policías que se encontraba cerca de la zona, pero cuando regresaron al lugar ya no estaba el agresor.
Estos hechos lo llevaron a interponer una nueva denuncia en la Fiscalía, donde se enteró que su carpeta de investigación había cambiado de la Fiscalía de Investigación de Delitos Sexuales a la Fiscalía Central De Investigación Para La Atención De Niños, Niñas y Adolescentes, donde tendrá que continuar con su proceso legal.
Para Alejandro es preocupante la situación a la que se expone su hija y, ahora toda su familia, ya que no les han otorgado las medidas de protección necesarias y sugeridas por la ley.
Acusa que “la representante del gobierno, a quien le comenté, Rocío Carreto, trató de obstruir las medidas de protección de mi hija, por obstrucción patrullaje”, y que posiblemente con la debida protección, su hija no hubiera estado expuesta a otro tipo de acoso.
José Alejandro hace un llamado a las autoridades para que avancen en su caso, ya que su hija sigue expuesta a los agresores de su primera denuncia, así como de este nuevo acoso, por lo que teme por su integridad, por su vida y por la de su familia.
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