Tequisquiac.- Más de 60 enardecidos moradores de esta localidad retuvieron, golpearon y sujetaron a un poste con sus mismas esposas, con la intención de quemarlos vivos, a dos policías municipales, luego de que durante una persecución y balacera estos asesinaron a un joven de 17 años de edad que trató de darse a la fuga en su camioneta para evitar una revisión policíaca.
En medio de los gritos y los desmanes que estaban originando los vecinos, en atención a un llamado de auxilio, elementos de la Secretaría de Seguridad del Estado de México y de la misma policía municipal llegaron al lugar para rescatar a los dos uniformados y evitar que los moradores cumplieran con su objetivo de quemarlos vivos.
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Los violentos hechos se registraron alrededor de las 1:30 de la mañana de este sábado, sobre la calle Río Coatzacoalcos, en el Barrio de San José, en este municipio, después de que elementos de la policía municipal se percataron de la presencia de un joven que circulaba en actitud sospechosa a bordo de una camioneta volkswagen, tipo transporter, por lo que le marcaron el alto para realizarle una revisión.
Sin embargo, como dicho joven presuntamente hizo caso omiso al señalamiento e imprimió velocidad a su camioneta para darse a la fuga, los uniformados salieron tras de él, por lo que en ese momento se inició fugaz persecución por varias calles del lugar y luego un enfrentamiento a balazos porque supuestamente, según versiones de los uniformados, el ahora occiso sacó un arma de fuego y comenzó a dispararles, por lo que tuvieron que repeler la agresión.
Después de que los uniformados dieron alcance al citado joven, se percataron que ya estaba muerto, pues recibió certero balazo en la cabeza.
Pero, cuando los uniformados acordonaban toda la zona y se disponían a pedir la intervención del Ministerio Público para que diera fe de los hechos, varios de los vecinos comenzaron a salir de sus casas y al darse cuenta que los municipales habían asesinado al joven, los rodearon, desarmaron y comenzaron a golpearlos.
Luego, casi arrastras los llevaron a la plaza principal, donde los sujetaron con sus mismas esposas a un poste y luego a petición de todos los vecinos que gritaban que los quemaran vivos porque ya estaban hartos de tantos abusos policíacos en su comunidad, algunos de los mismos vecinos trataron de rociarlos con gasolina para quemarlos vivos.
A pesar de que los policías gritaban y presos del terror pedían clemencia, los vecinos no entendían razones y más que escuchar más se enfurecían y estaban dispuestos a quemar vivos a los uniformados.
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Sin embargo, cuando la situación estaba más tensa y los vecinos estaban a punto de quemar vivos a los uniformados, en medio de los desmanes y disturbios que ya se habían generado, en atención a un llamado de auxilio, elementos de la SSEM y de la misma policía llegaron y luego de entablar un diálogo con los vecinos los convencieron de que se retractaran de su intento y en ese momento para suerte de los dos municipales, los rescataron.
Posteriormente, en medio de los gritos, jaloneos y empujones de otros de los vecinos que se negaban rotundamente a entregar a los municipales, según gritaban “por asesinos”, policías estatales en medio de un fuerte dispositivo de seguridad subieron a los policías Honorio y Víctor “N” a una patrulla y rápidamente los trasladaron a las instalaciones del centro de justicia local, donde quedaron a disposición del Ministerio Público, a fin de que sea esta instancia la que en las próximas horas determine su situación legal por su presunta responsabilidad en el delito de homicidio.
Más tarde, después de que la policía controló la situación, el agente del Ministerio Público se presentó en el lugar para dar fe de los hechos, en torno al joven que perdió la vida dentro de su camioneta a manos de los municipales.
Durante las primeras inspecciones oculares que practicó en la escena del crimen, el MP informó que el occiso quedó en el asiento del conductor de la camioneta y que presentaba un balazo en la cabeza que le quito la vida de manera instantánea.
Concluidas las diligencias ministeriales y una vez que ordenó el levantamiento del cadáver, el Ministerio Público dio inicio a la carpeta de investigación correspondiente por el delito de homicidio.
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