La Prensa en Línea
POR: ALVARO VELÁZQUEZ.
En Tultepec, Estado de México, el peligro sigue latente ahí enla zona de la elaboración de la pirotécnia; aún el peligropersiste; aún este lugar sigue siendo una bomba de tiempo. Nadapuede poner orden a los fabricantes de juegos pirotécnicos, puesaún existen talleres irregulares.
Las explosiones que con regular frecuencia se registran en elmunicipio de Tultepec que es conocido como la Capital dePirotecnia, han convertido la zona en “una bomba de tiempo” querepresenta un auténtico peligro no solamente para sus habitantessino que también para toda la gente que visita el municipio,principalmente para comprar juegos pirotécnicos, pues por falta decapacitación y de muchos otros factores, siempre está latente laposibilidad de que se registre alguna explosión que cobre vidashumanas.
Del año 2016 a la fecha, las constantes explosiones que se hanregistrado en el municipio de Tultepec han cobrado la vida de 84personas y ha dejado lesionadas a más de 100, muchas de las cualesquedaron incapacitadas y mutiladas de por vida y hasta la fechanadie les ha hecho justicia.
Desde el año de 1998 a la fecha, en el municipio de Tultepec sehan registrado alrededor de 20 explosiones, la mayoría de ellaspor errores humanos, lo que representa una explosión cada 4 meses,la mayoría de ellas con resultados fatídicos.
Después de que entró en funciones el mercado de San Pablitoque presuntamente fue creado como zona exclusiva para lafabricación y venta de juegos pirotécnicos, alejado de lapoblación, se pensó que con este inmueble el problema de lasexplosiones iba a desaparecer porque habría mayor vigilancia yseguridad y los comerciantes recibieran la instrucción necesaria ylos conocimientos para manejar de manera adecuada la pólvora.
Sin embargo, esta suposición cayó rotundamente en un abrir ycerrar de ojos, cuando el pasado 20 de Diciembre del 2016 seregistraron una serie de explosiones en el mercado de San Pablito yprovocaron momentos de terror e histeria entre comerciantes yclientes y que dejó como resultado al menos 40 personas muertas,la mayoría de ellas quemadas y mutiladas y casi un centenar delesionados.
Las escenas en el mercado de San Pablito eran dantescas, pordonde quiera había personas tiradas, muchas de ellas ya muerta yotras gravemente lesionadas que desesperadamente pedían ayuda,además de que el centro de abasto de cuetes quedó totalmentedestruido.
Ese día de la tragedia, autoridades policíacas, en este casode la sedeña que es la extiende los permisos para la fabricacióny venta de juegos pirotécnicos, aseguraron que en torno a estelamentable caso se iba a buscar culpables y serían castigados contodo el rigor de la ley, sin embargo, nunca hubo nada y este hechosigue impune.
En cuanto a la cancelación de permisos para fabricar y venderjuegos pirotécnicos tampoco se dio, pues el gobierno municipalaseguró que esto era imposible porque habría problemas con lapoblación ya que el 20 por ciento de los más de 150 milhabitantes que en ese entonces había vivían directa eindirectamente de la pirotécnica.
Ante tal situación y para evitar conflictos, a pesar de latragedia, tanto el gobierno municipal como estatal realizaron lonecesario para poner de pie de nueva cuenta el mercado deSantiaguito y regresar su fuente de ingresos a los pobladores y conuna inversión de más de 40 millones de pesos lo levantaron denueva cuenta y a finales del año pasado entro de nueva cuenta enfunciones.
Sin embargo, por la corrupción, las personas que trabajan demanera clandestina, la falta de conocimiento y profesionalizaciónpara guardar o almacenar con todas las medidas de seguridadnecesaria la pólvora, se siguen dando las explosiones.
Antes de que se reinaugurara el mercado de San Pablito, elpasado 4 de marzo de 2017, se registró una explosión dentro de uninmueble, donde los moradores de manera irresponsable almacenabagran cantidad de pólvora que dejó como resultado 4 personasmuertas y al menos 6 lesionadas.
Durante este año, a finales del mes de mayo se registró unanueva explosión, también dentro de un domicilio donde sealmacenaba gran cantidad de droga que dejó como resultado 6personas muertas y otras tantas lesionadas, todas ellas integrantesde una familia que guardaban los explosivos dentro de su casa.
Y la más reciente que no puede ser considerada como la delmercado de San Pablito, pero que tiene la misma gravedad, pues 24personas murieron y 59 resultaron lesionadas, fue la que seregistró el pasado 5 de Julio en la zona conocida como LaSaucera.
Como ha sucedido con las anteriores explosiones, después del“niño ahogado” autoridades estatales y federales salieron elpaso y prometieron que habría castigo para los responsables y quese suspenderían hasta nuevo aviso los permisos hasta que noexisten las condiciones necesarias de seguridad en el municipiopara esta actividad.
Sin embargo, lo mismo ha pasado durante las explosionesanteriores, las autoridades prometen capacitar a los comerciantes,terminar con los talleres de las personas que trabajan de manerailegal, con la corrupción, el Ejercito mexicano que es elencargado de expedir los permisos para el funcionamiento de lostalleres de pirotecnia promete operativos más estrictos pararegular el funcionamiento de los cueteros y evitar tragedias comoestas, pero no pasa nada, después de algunos meses todo vuelve ala normalidad hasta que se registra una nueva explosión y muchagente muere.
Por esta serie de compromisos incumplidos, el municipio deTultepec esta convertido en una auténtica bomba de tiempo que encualquier momento puede explotar y causar la muerte de muchaspersonas.
Del año 2016 a la fecha al menos 84 personas han muerto y másde un centenar resultaron lesionadas, algunas de ellas quedaronincapacitadas y mutiladas, por la constantes explosiones depirotecnia y esto será el pan de todos los días en tanto lasautoridades llámense municipales, estatales y federales no ponganun remedio o una solución contundente a este problema que essinónimo de muerte y destrucción.