/ jueves 30 de diciembre de 2021

Taxista sobrevivió a cuatro robos en 2021, aprendió a ya no confiar en nadie

Con cuatro décadas manejando su taxi en la zona centro de la capital, Don Ernesto asegura, que ha optado por ya no trabajar de noche, pues la última vez que lo hizo fue asaltado por un grupo adolescentes

Los delincuentes en la Ciudad de México operan las 24 horas del día y sin importar de quien se trate, los someten con armas punzocortantes y de fuego, les gritan palabras altisonantes y los despojan de todas sus pertenencias de manera impune. La mayoría de las víctimas son sorprendidos con las frases de “quieto, esto es un asalto”… “Ya te la sabes; presta todo lo que traes o te quiebro”. Al mismo tiempo los pican con cuchillos o navajas o les apuntan con armas de fuego. Cometidos los asaltos, los ladrones escapan y las víctimas se quedan con la impotencia de no poder hacer nada.

Uno de los casos, es el del Don Ernesto, de ocupación taxista, quien dice que ha sido víctima de asaltos a mano armada en cuatro ocasiones en la Ciudad de México, donde los ladrones lo han dejado sin nada y que en una ocasión los que lo asaltaron con violencia fueron varios adolescentes que le pidieron un servicio para llevarlos a un domicilio; sin embargo, durante el trayecto, lo amagaron con un arma, le pusieron una sudadera en la cabeza y lo despojaron de todas sus pertenencias.

Como Don Ernesto muchos capitalinos han sido víctimas de la violencia en la capital del país, mismos que tampoco denuncian ante el Ministerio Público, porque, dicen, es una pérdida de tiempo y porque además la policía no investiga y sus denuncias se van al archivo. Por ello, esos hechos delictivos forman parte de la lista negra de la incidencia delictiva en la Ciudad de México.

El señor Ernesto “N” tiene 40 años de experiencia manejando taxis en todo el Valle de México; en las cuatro décadas recorriendo las calles capitalinas ha sido víctima de la inseguridad en múltiples ocasiones.

“Ya me asaltaron varias veces, con pistola, con cuchillo, pero gracias a dios no me ha pasado nada grave”, comentó en entrevista con LA PRENSA de Organización Editorial Mexicana, cuando preparaba su auto para empezar a trabajar.

A pesar de las cuatro veces que ha sido despojado de sus pertenencias con uso excesivo de violencia, el taxista se dice afortunado y agradece a Dios, pues ha tenido compañeros que no han corrido con la misma suerte.

A varios de mis compañeros si les ha ido gacho, los han robado más veces, los han encañonado, les han quitado sus coches y los han amenazado de muerte. Lo bueno es que ellos saben que es más importante la vida que un coche, aunque a algunos sí los han asesinado

Todas las veces que lo han asaltado o han intentado hacerlo provocaron que el señor Ernesto se convirtiera en un “psicólogo urbano” pues con examinar a los peatones se percata si corre riesgo de ser asaltado de nuevo.

Foto: Luis Barrera | La Prensa

“En este negocio no debes confiarte de nadie porque personas que ni se imaginan son los delincuentes: parejas, jóvenes y hasta señores con huaraches (…) ya me convertí en un psicólogo urbano y ya no subo a cualquiera”.

Atento de su entorno, aunque su auto esté estacionado a un costado de la banqueta de la avenida Basilio Badillo en la Colonia Tabacalera, Alcaldía Cuauhtémoc, el señor Ernesto afirmó que pone atención en la mirada de los peatones que le hacen la parada.

“Me fijo en cómo se me quedan viendo y ahí me doy cuenta porque se te quedan viendo de todos lados como diciendo –este es el bueno- es como si te estuvieran estudiando”, continuó.

Además de examinar a los prospectos, el señor Ernesto tiene bastante precaución y pregunta el destino antes de que aborden su automóvil, pues ya no viaja a cualquier parte del Valle de México.

Foto: Luis Barrera | La Prensa


“Hay colonias bien peligrosas donde ya no voy o los bajo antes de llegar, por ejemplo, a Iztapalapa ya no entro porque ya me asaltaron dos veces (…) te puedo decir que prefiero cien veces entrar a Tepito que, a Iztapalapa, porque es como un laberinto y hay muchos deshuesaderos”.

“Para el Estado de México también tengo mucho cuidado porque ahí hay lugares peores como Chalco, Ixtapaluca o Nezahualcóyotl. Si me dicen de San Cristóbal, en Ecatepec o Naucalpan si me muevo sin problema”, dijo con tranquilidad.

Los 40 años de experiencia detrás del volante también lo orillaron a tomar la decisión de ya no trabajar durante la noche pues la última vez lo asaltaron cuatro adolescentes enfrente de la estación Hidalgo del Sistema de Transporte Colectivo Metro.

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“Ya me iba, pero cuatro chavitos me hicieron la parada y después me trajeron dando vueltas según para buscar cervezas (…) de repente el de atrás, me encapuchó, me puso un suéter en la cara y me empezaron a golpear. El de adelante sacó un “cuchillote” de esos que usan los carniceros y pues me ganaron. Uno de los jóvenes de atrás me quitó todo lo que traía, por eso en la noche ya no trabajo para nada”, lamentó.

Al ser un vecino de la colonia Guerrero, el señor Ernesto afirmó que la zona centro de la Ciudad de México es el mejor lugar para trabajar pues hay decenas de cámaras de seguridad, mayor presencia de policías y los clientes con trabajadores de la zona, concluye el señor Ernesto, quien dijo que solo una vez denunció, pero como los policías no investigaron, mejor ya no acude ante el Ministerio Público porque dice, es pura pérdida de tiempo.

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Foto: Luis Barrera | La Prensa



Los delincuentes en la Ciudad de México operan las 24 horas del día y sin importar de quien se trate, los someten con armas punzocortantes y de fuego, les gritan palabras altisonantes y los despojan de todas sus pertenencias de manera impune. La mayoría de las víctimas son sorprendidos con las frases de “quieto, esto es un asalto”… “Ya te la sabes; presta todo lo que traes o te quiebro”. Al mismo tiempo los pican con cuchillos o navajas o les apuntan con armas de fuego. Cometidos los asaltos, los ladrones escapan y las víctimas se quedan con la impotencia de no poder hacer nada.

Uno de los casos, es el del Don Ernesto, de ocupación taxista, quien dice que ha sido víctima de asaltos a mano armada en cuatro ocasiones en la Ciudad de México, donde los ladrones lo han dejado sin nada y que en una ocasión los que lo asaltaron con violencia fueron varios adolescentes que le pidieron un servicio para llevarlos a un domicilio; sin embargo, durante el trayecto, lo amagaron con un arma, le pusieron una sudadera en la cabeza y lo despojaron de todas sus pertenencias.

Como Don Ernesto muchos capitalinos han sido víctimas de la violencia en la capital del país, mismos que tampoco denuncian ante el Ministerio Público, porque, dicen, es una pérdida de tiempo y porque además la policía no investiga y sus denuncias se van al archivo. Por ello, esos hechos delictivos forman parte de la lista negra de la incidencia delictiva en la Ciudad de México.

El señor Ernesto “N” tiene 40 años de experiencia manejando taxis en todo el Valle de México; en las cuatro décadas recorriendo las calles capitalinas ha sido víctima de la inseguridad en múltiples ocasiones.

“Ya me asaltaron varias veces, con pistola, con cuchillo, pero gracias a dios no me ha pasado nada grave”, comentó en entrevista con LA PRENSA de Organización Editorial Mexicana, cuando preparaba su auto para empezar a trabajar.

A pesar de las cuatro veces que ha sido despojado de sus pertenencias con uso excesivo de violencia, el taxista se dice afortunado y agradece a Dios, pues ha tenido compañeros que no han corrido con la misma suerte.

A varios de mis compañeros si les ha ido gacho, los han robado más veces, los han encañonado, les han quitado sus coches y los han amenazado de muerte. Lo bueno es que ellos saben que es más importante la vida que un coche, aunque a algunos sí los han asesinado

Todas las veces que lo han asaltado o han intentado hacerlo provocaron que el señor Ernesto se convirtiera en un “psicólogo urbano” pues con examinar a los peatones se percata si corre riesgo de ser asaltado de nuevo.

Foto: Luis Barrera | La Prensa

“En este negocio no debes confiarte de nadie porque personas que ni se imaginan son los delincuentes: parejas, jóvenes y hasta señores con huaraches (…) ya me convertí en un psicólogo urbano y ya no subo a cualquiera”.

Atento de su entorno, aunque su auto esté estacionado a un costado de la banqueta de la avenida Basilio Badillo en la Colonia Tabacalera, Alcaldía Cuauhtémoc, el señor Ernesto afirmó que pone atención en la mirada de los peatones que le hacen la parada.

“Me fijo en cómo se me quedan viendo y ahí me doy cuenta porque se te quedan viendo de todos lados como diciendo –este es el bueno- es como si te estuvieran estudiando”, continuó.

Además de examinar a los prospectos, el señor Ernesto tiene bastante precaución y pregunta el destino antes de que aborden su automóvil, pues ya no viaja a cualquier parte del Valle de México.

Foto: Luis Barrera | La Prensa


“Hay colonias bien peligrosas donde ya no voy o los bajo antes de llegar, por ejemplo, a Iztapalapa ya no entro porque ya me asaltaron dos veces (…) te puedo decir que prefiero cien veces entrar a Tepito que, a Iztapalapa, porque es como un laberinto y hay muchos deshuesaderos”.

“Para el Estado de México también tengo mucho cuidado porque ahí hay lugares peores como Chalco, Ixtapaluca o Nezahualcóyotl. Si me dicen de San Cristóbal, en Ecatepec o Naucalpan si me muevo sin problema”, dijo con tranquilidad.

Los 40 años de experiencia detrás del volante también lo orillaron a tomar la decisión de ya no trabajar durante la noche pues la última vez lo asaltaron cuatro adolescentes enfrente de la estación Hidalgo del Sistema de Transporte Colectivo Metro.

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“Ya me iba, pero cuatro chavitos me hicieron la parada y después me trajeron dando vueltas según para buscar cervezas (…) de repente el de atrás, me encapuchó, me puso un suéter en la cara y me empezaron a golpear. El de adelante sacó un “cuchillote” de esos que usan los carniceros y pues me ganaron. Uno de los jóvenes de atrás me quitó todo lo que traía, por eso en la noche ya no trabajo para nada”, lamentó.

Al ser un vecino de la colonia Guerrero, el señor Ernesto afirmó que la zona centro de la Ciudad de México es el mejor lugar para trabajar pues hay decenas de cámaras de seguridad, mayor presencia de policías y los clientes con trabajadores de la zona, concluye el señor Ernesto, quien dijo que solo una vez denunció, pero como los policías no investigaron, mejor ya no acude ante el Ministerio Público porque dice, es pura pérdida de tiempo.

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