Una sentencia de más de 240 años de prisión, recibieron dos miembros del grupo criminal conocido como "La Banda de la Flor" o "Los Petriciolet", dio a conocer la Fiscalía General de Justicia (FGJ), por el secuestro y homicidio en 2008 de Fernando Martí, hijo del empresario Alejandro Martí.
El vocero de la FGJ Ulises Lara López, dio a conocer que Noé "N" e Israel "N", fueron declarados culpables por los delitos de privación ilegal de la libertad y secuestro, ambos agravados. El primero recibió una condena de 131 años, 5 meses y 15 días, mientras que el segundo una de 113 años con 4 meses. Cabe señalar que dicha organización delictiva fue señalada como la responsable del
Respecto al caso de Noé “N”, fue sentenciado por la comisión de los delitos de privación ilegal de la libertad agravada, en perjuicio de un hombre, así como secuestro agravado, en detrimento de otro hombre y una mujer.
A Israel “N”, se le condenó por la comisión del delito de secuestro agravado, también en perjuicio de un hombre y una mujer.
“Tanto a Noé “N” como a Israel “N”, se les relaciona como integrantes del grupo delictivo conocido como “La Flor”, dedicado principalmente a actividades delictivas como el secuestro” dijo Lara López.
A los sentenciados, se les ordenó el pago de multas y también se les obligó al pago de la reparación del daño a las víctimas.
¿Cómo ocurrió el secuestro?
En agosto de 2002 la víctima del primer secuestro arribó a bordo de su vehículo a un centro comercial ubicado en la avenida Aztecas, en la alcaldía Coyoacán, ya que había acordado verse con un conocido, actualmente preso por el delito de secuestro en agravio de otra persona.
Una vez que llegó al estacionamiento del sitio señalado, y entrevistarse con la persona referida, arribó otro hombre armado, de identidad desconocida, quien les ordenó que ambos ingresaran al vehículo del agraviado.
Casi simultáneamente, arribó Noé “N”, quien se colocó en la parte trasera de la unidad vehicular, portando un arma de fuego, y el individuo de identidad desconocida como copiloto, para enseguida dirigirse a una casa de seguridad que se encontraba a las afueras de la ciudad.
“En ese lugar dijeron a la víctima que para su rescate solicitarían una gran cantidad de dinero, pero al negociar con la familia en un primer momento, únicamente se entregó una cantidad parcial”, detalló Ulises Lara.
A tres días de su privación de la libertad, el agraviado solicitó lo dejaran ir, ya que sería la única manera para pagar el rescate completo, por lo que los individuos lo amenazaron que si no regresaba privarían de la vida a su amigo, por lo que posteriormente se entregó una suma mayor y el otro supuesto agraviado, quien simuló ser víctima, fue liberado días después.
“En el segundo caso, ocurrido en agosto de 2008, una mujer y un hombre se encontraban a bordo de un vehículo, en el centro de Tlalpan, cuando se acercó el sentenciado Israel “N”, portando un arma de fuego, con la que amagó al agraviado obligándolo a que se colocara en la parte trasera, al igual que su acompañante”, dijo el vocero.
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Mientras el citado procesado se colocó al volante, otro de los participantes de identidad desconocida, se colocó en el asiento del copiloto y un tercer sujeto se sentó al lado de la agraviada e iniciaron la marcha del vehículo, siendo seguidos por otra unidad y en el trayecto a la casa de seguridad, ambas víctimas fueron agredidas físicamente y despojadas de sus pertenencias.
Al llegar a la primera casa de seguridad, un edificio de color amarillo, subieron a un cuarto nivel, donde los esperaban otros individuos, entre ellos Noé “N”.
Los agraviados fueron llevados a un segundo domicilio, pero al no poder negociar con la familia, les señalaron que solamente uno de los dos se podría ir, siendo el agraviado puesto en libertad, ya que era quien podría conseguirles el dinero que pedían por sus rescates.
Días después, luego de entregarse una cantidad menor a la solicitada, la segunda víctima fue liberada.
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