Ni tomar las instalaciones de la CNDH, ni encadenarse a las rejas de Gobernación, ha servido para que una madre de familia encuentre justicia por la brutal muerte de su hijo en San Luís Potosí; ahora decidió desnudarse para ver si de esta manera las autoridades federales y locales actúan en su caso, lo mismo ocurre con una pareja cuya hija sufrió un ataque sexual en una escuela del mismo estado, sin que hallen lo mismo: justicia.
Desde temprana hora, estas personas cerraron el Paseo de la Reforma a la altura de la calle Plaza de la República, pero como única respuesta les fue enviado personal de la Secretaría de Seguridad Pública, quienes se encargaron de cerrar los accesos a la zona, para evitar mayor problema de tránsito vehicular.
Sus ruegos fueron llevados a la Secretaría de Gobernación, a unas calles, pero ante la falta de una autoridad que les hiciera caso volvieron al Paseo de la Reforma, justo a unos pasos de un plantón de taxistas que están sobre Bucareli, lo que desquició la zona.
Ahora, la madre de Alan “N”, desesperada por no tener una respuesta al caso de su hijo, se despojó completamente de la ropa y se plantó sobre el Paseo de la Reforma con una manta donde está la foto de su hijo y un texto donde exige justicia.
Esto se remonta al día 23 de marzo de 2019, cuando el muchacho, entonces de 22 años de edad, salió con un vecino y dos personas más, iban a una fiesta, pero ya nunca volvió.
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Fueron los últimos que lo vieron con vida, y no fueron investigados, asegura la atribulada madre, doña Silvia, quien ha narrado una y otra vez que su hijo fue torturado y al tratar de deshacerse del cuerpo, el o los homicidas lo incineraron, lo que habría ocurrido cuando aún estaba vivo.
Al notar irregularidades en la carpeta de investigación iniciada en San Luis Potosí, la señora Silvia pidió una investigación correcta, y al no ocurrir acudió a la Ciudad de México.
Una de las instituciones donde buscó apoyo fue en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, pero ante la falta de respuestas se quedó en esas oficinas, lugar que abandonó cuando colectivos de otros casos se apropiaron de su movimiento.
También ha ido a la Secretaría de Gobernación y otras oficinas, donde se ha encadenado, pero no pasa de ser nota de un día, en tanto que las oficinas de Atención a Víctimas y la Fiscalía del mismo estado de San Luis Potosí callan, dijo una representante del movimiento, toda vez que la señora Silvia fue atendida por paramédicos al descompensarse durante su manifestación en Reforma.
Ellos también son víctimas de la falta de justicia. En el mismo caso se encuentra una joven pareja, cuya hija sufrió abuso sexual en una escuela del mismo estado.
En esa carpeta una mujer fue detenida y sometida a proceso, aunque logró salir libre, mientras los padres de la menor aseguran que tiene responsabilidad.
Ahora, la acusada que goza de libertad, demanda del estado una compensación económica y está a punto de ganarla, dicen, en tanto que el caso de su hija no halla la justicia que buscan.
Al igual que doña Silvia, se trasladaron a la Ciudad de México y hasta buscan quedarse para mantener su lucha, puesto que llevan mucho tiempo en busca de justicia, mientras su hija no puede ni salir, afirman.
