Las instalaciones del Centro de Mando de la Policía Federal permanecieron ocupadas al no llegar a un acuerdo favorable para los elementos inconformes; la toma y el bloqueo vehicular cumplieron dos días.
Dirigentes de los uniformados advirtieron que, de no llegar a un común acuerdo, tomarían medidas más drásticas, para que autoridades federales tomen cartas en el asunto.
Antes de comenzar la primera mesa de dialogo -celebrada alrededor de las 11:00 horas- los agentes federales acordaron liberar las vialidades bloqueadas y permitir el libre tránsito, para mostrar la apertura al dialogo.
Al finalizar el encuentro con los subcomisionados de las áreas regionales, los inconformes anunciaron que no se había alcanzado un común acuerdo por lo que dieron la orden de volver a bloquear los ocho carriles de Anillo Periférico.
Familias de los agentes acataron la indicación y abruptamente se colocaron en la cinta asfáltica, lo que provocó descontento en los automovilistas; el encuentro tomó tintes violentos entre choferes y manifestantes.
Horas después, personal de la Gendarmería arribó a las instalaciones tomadas para apoyar en las negociaciones; los manifestantes respondieron que no había “mano negra” al interior de las diligencias.
Poco después de las 14:00 horas, se presentó Ignacio Benavente Torres, señalado por el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno de México como un individuo que estuvo preso por el delito de secuestro.
El presidente de la organización Pro Libertad y Derechos Humanos en América, se dijo no culpable de los delitos que se le imputaron y ofreció apoyo legal en materia de Derechos Humanos.
Al finalizar el día, las mesas de dialogo se agotaron y no se acordaron los puntos del pliego petitorio por lo que las instalaciones del Centro de Mando permanecieron bajo resguardo de los agentes inconformes.