El dolor y la impotencia encabezaron la caminata que emprendieron amigos y familiares de Lorena Escobar, estudiante de la Universidad Autónoma Nacional de México (UNAM), víctima de feminicidio el pasado 8 de febrero al interior de su domicilio, ubicado en la alcaldía Miguel Hidalgo, a manos de su expareja.
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El retrato de Lore, como le decían de cariño, viajó al interior de Ciudad Universitaria de la Facultad de Filosofía a la de Veterinaria y Zootecnia, entre flores, veladoras y consignas instalaron un altar donde colocaron cartas, peluches y algunas fotografías representativas de la joven de 25 años de edad.
El padre de Lorena, tomó el megáfono para dirigir unas palabras a los amigos y familiares presentes, donde agradeció el homenaje y todo el apoyo recibido durante estos días tras el asesinato de su hija.
La bala que segó la vida de la estudiante que soñaba en ser veterinaria, no sólo los dejó sin su hija menor, también les arrebató su casa que ahora es investigada por las autoridades, ya que el hombre se suicidó con la misma pistola después de atentar contra su ex pareja.
Fue la madre de Lorena quien estuvo presente el día de los hechos, quien no termina de asimilar lo que ocurrió en su casa la semana pasada, y a quien le cuesta trabajo expresar lo que su familia está viviendo con esta pérdida.
En medio del duelo, la familia clama justicia porque Lorena fue trasladada al hospital Xoco, donde no le pudieron realizar una tomografía “esto sucede en la Miguel Hidalgo, la trasladan a Coyoacán, se mueve a la Gustavo A. Madero y regresa a la Benito Juárez. Es una irresponsabilidad del gobierno”, manifestó el tío de la víctima.
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Entre las investigaciones de las autoridades y la narrativa de los hechos, los seres queridos de la universitaria no encuentran respuestas a dichos traslados, ellos consideran que pudieron salvar su vida pero acusan de negligencia médica a quienes participaron en dicha atención.
El cuñado de Lorena, esposo de su única hermana, declaró que debido a los traslados existen cuatro carpetas de investigación abiertas y a cuatro días hábiles, esperan la llamada de las autoridades para dar seguimiento a las indagatorias del caso, “una llamada que sabemos que no llegará”.
La palabra justicia no encaja para la familia Escobar, saben que será un proceso tardado, incluso regresar a su casa por ropa será tardado, explicó el señor Raúl, padre de Lorena, quien contó que actualmente se quedan con familiares que les han brindado apoyo en todo este proceso.
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Denuncia en la Fiscalía
Acompañada de su madre, Lorena acudió a buscar refugio ante la Fiscalía General de Justicia para denunciar la violencia que recibió de quien alguna vez fue su pareja, pero no dejaba de acosarla, violentarla y amenazarla.
Los padres de la estudiante fueron testigos de la insistencia del hombre por regresar con Lorena, “hablamos con él, le pedimos que se alejara un tiempo, que no la buscara pero él insistió y llegó a esto. Supimos que tenía problemas mentales, sin imaginar que estaríamos viviendo esto”, comentó el señor Raúl.
La joven haría un viaje a Yucatán para llevar a cabo su última práctica como parte de su formación universitaria, nunca se imaginó que una bala truncará sus planes, pero las autoridades no la escucharon, “al no tener pruebas y con el maltrato del personal, mi esposa y mi hija se retiraron del lugar”, dijo.
“Sí necesitamos que nos apoyen y nos tiendan la mano porque estamos devastados”, comentó el padre a los medios de comunicación, donde lanzó un llamado a las autoridades a no dejar el caso de su hija e investigar la atención que se le dio tras la agresión que le arrebató la vida.
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