La noche del 23 de abril, Isabela de 8 años de edad pudo haber muerto a causa de los golpes de su padrastro, quien al igual que a su hermano Ángel Rafael de 10 años, sufría casi a diario en presencia de su mamá
El despiadado maltrato a estos dos menores de edad, por parte de su padrastro y su madre, quedó al descubierto luego de que los vecinos de la colonia Santiago Zapotitlán, quienes denunciaron estos actos ante las autoridades, para evitar un trágico desenlace.
La pruebas que encontraron los policías dentro de la vivienda, demostraron la saña con la que Isabela de 8 años, quien se encuentra en el hospital, y Ángel Rafael de 10 años de edad, eran tratados por la pareja sentimental de Anahí, madre de los niños.
A un mes de haber llegado al domicilio ubicado en la alcaldía Tláhuac, los colonos se percataron de los llantos, lamentos y súplicas de los hermanos hacia Ángel Jesús, para evitar las golpizas que un día sí y otro también, recibían por cualquier motivo.
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Golpizas por las noches
"Ya no me pegues por favor", eran los gritos que los vecinos escuchaban de los niños, entre lágrimas y la desesperación por el dolor que les infringía Ángel Jesús, a diferentes horas del día, especialmente por las noches.
La preocupación de los testigos del maltrato, los llevó a platicar con Anahí para saber qué pasaba con los menores y los constantes llantos que escuchaban casi a diario, pero la madre no dio mayores explicaciones y se alejó de sus vecinos.
Fue la noche del pasado martes 23 de abril, que los vecinos decidieron ya no esperar más y, al escuchar de nueva cuenta la violencia ejercida en ese domicilio contra los niños, solicitaron el apoyo de las autoridades de manera anónima.
Denunciaron
El testimonio de una de la habitantes de la zona, dijo haber escuchado pasadas las 22:30 horas, que estaban golpeando a la niña y ella suplicaba que le dejara de pegar, mientras él le decía "cállate porque te va a ir peor", esto llevó a la testigo a denuncias estos actos para poner a salvo a los menores.
Cuando las autoridades llegaron al sitio, detuvieron a la madre y a su pareja sentimental, mientras Isabela y Ángel Rafael fueron resguardados y trasladados al hospital para recibir atención especializada debido a las lesiones. Isabela llegó en estado delicado de salud.
Objetos de tortura
Los uniformados capitalinos hallaron en el domicilio los objetos de la tortura que ejercía en los niños; cables, listones, dardos con sangre en la pared, una tabla con la que les pegaba en la espalda, en los brazos, en la cara.
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A Isabela le pegó con la tabla en la cara, la azotó contra el suelo y también le daba patadas sin piedad ante su dolor, según narraron los testigos.
En la vivienda también se hallaron cartas de Anahí a Ángel Rafael donde le pide perdón, así como una serie de tareas que los niños debían cumplir para no ser golpeados por el señor.
A pesar de que ahora los padres están detenidos, el temor de los testigos, es que puedan salir libres, solicitar nuevamente la custodia de los menores y se los lleven a otro lugar, donde tengan menos suerte.
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