COATZACOALCOS, Veracruz.- El sonido del llanto envolvió por completo el panteón de Coatzacoalcos en donde al menos 10 de las 29 víctimas mortales fueron sepultadas.
Aún sin asimilar la pérdida de sus seres queridos, cientos de personas acudieron a este recinto a despedir a hombres y mujeres que perdieron la vida en el bar Caballo Blanco ubicado en la colonia Palma Sola de esta ciudad.
“Ya no cabemos los muertos” dice alguien en el panteón mientras observa como el féretro de una de las víctimas se va hundiendo en la tierra.
Y es que la de ayer fue, probablemente, el entierro más colectivo en la historia de Coatzacoalcos y se espera que hoy la escena se repita cuando al menos una decena más de personas sean sepultadas.
Entre las víctimas que fueron despedidas estuvieron Xóchitl Nayeli y Erick, bailarina y dj del Caballo Blanco.
Ambos jovenes murieron asfixiados en el sitio cuando delincuentes prendieron fuego dejando encerrados a los presentes.
“Mi hermana no está muerta, está con todos nosotros. Hoy me toca aventarte tierra, como te la aventé cuando éramos niños, pero sabes que te amo”, señaló el hermano de la joven bailarina de 24 años.
A la tristeza de la muerte se le sumó la preocupación por sus dos pequeños hijos quienes quedarán a cargo de sus abuelos en medio de la incertidumbre económica.
A unos metros del lugar en el que descansarán los restos de Xochitl, el cuerpo de Erick “Dj Bengala” también fue sepultado.
Alrededor de su tumba se congregaron cientos de personas para despedir al joven que amaba mezclar ritmos y soñaba con ser reconocido en el arte que hacía.
Aquí el sonido del llanto se ocultaba con el reagueton que sus seres queridos hicieron sonar para dejar ir a Erick al ritmo de la música.