Monterrey, N.L., 28 de febrero.- Las diligencias que se habían programado tras de que Diego Santoy obtuvo un amparo para que se repitan, no se llevaron a cabo porque no fueron localizados los siete testigos para que acudieran al Juzgado Primero de lo Penal.
Al ganar un amparo, la defensa de Santoy como doble homicida, secuestrador y ladrón, logró que el caso fuera reabierto y que un tribunal ordenara la repetición de los careos, 14 años después, pero los testigos no fueron ubicados en los domicilios que están registrados en las carpetas de investigación del caso, el cual fue cerrado en 2010 con una sentencia en contra de Santoy por 138 año.
Habían sido convocados la empleada doméstica Catalina Bautista; Azura Peña Coss, hermana de las víctimas, María Fernanda, quien tenía 3 años, y Érik Azur, quien tenía 7, así como Humberto Leal, amigo de Santoy; Linda Marentes, empleada de la familia Peña Coss y los policías Juan Humberto Olguín y Diana Patricia Rivera.
Habría de repetirse los careos con Erika Coss, entonces novia de Diego y hermana de las víctimas, así como su madre, Teresa Coss, pero al no ser ubicados, el juez girará peticiones a diversas dependencias como el Instituto Nacional Electoral y el IMSS con la finalidad de conocer los posibles nuevos domicilios.
De no repetirse los careos, el amparo considera que el juez deberá dar una nueva sentencia basándose en las pruebas que ya se tenían, pero el proceso podría alargarse meses.
Los hechos se registraron el dos de marzo de 2006 en la colonia Cumbres al poniente de la ciudad en la casa de la familia Peña Coss.
La Fiscalía cree que el llamado asesino de Cumbres deberá seguir con su sentencia y confía en que la sentencia sea ratificada.
EG