La activista Luz Raquel Padilla Gutiérrez se convirtió en una víctima de feminicidio tras fallecer el pasado martes luego de haber sido atacada y quemada viva en el municipio de Zapopan, Jalisco.

La Fiscalía del Estado informó que los hechos ocurrieron el pasado 16 de julio, en la colonia Arcos de Zapopan, cuando la joven había sido rociada con alcohol y posteriormente le prendieron fuego. Los presuntos agresores, tres hombres y una mujer se dieron a la fuga.

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A pesar de paramédicos acudieron a auxiliarla en el lugar, sus heridas eran de graves, pues sufrió quemaduras en el 90 % de su cuerpo, por lo que fue trasladada de emergencia al Hospital Civil Fray Antonio Alcalde, donde tres días después falleció.

El colectivo Yo Cuido México, del que formaba parte la joven de 35 años, reveló que la mujer tenía un hijo autista de 11 años y que, a raíz de los ruidos del menor en sus momentos de crisis, la víctima comenzó a recibir una serie de amenazas.

Dos meses antes de que la joven perdiera la vida, había denunciado ante las autoridades que su agresor la atacó con cloro industrial y afectando su tórax y seno izquierdo, por lo que pidió ser parte del programa Pulso de Vida, para que le entregaran un geolocalizador y en el momento en que se encontrara en peligro llegaran policías, pero le negaron el apoyo.

Cansada de esperar el respaldo de autoridades y ante el temor de que algo le pasara, Luz difundió a través de las redes sociales las diversas amenazas que seguía recibiendo.

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“Hasta cuándo voy a tener que vivir con miedo de que me pueda pasar algo y a mi familia, mi agresor sigue campante por la ciudad con el peligro de seguir haciendo daño”, escribió recientemente.

La Fiscalía dio a conocer que ya investiga el caso bajo el protocolo de feminicidio y dar con los presuntos responsables del asesinato, pues hasta el momento no han reportado ningún detenido por estos lamentables hechos.

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