Desde hace más de dos semanas el gabinete de seguridad de la Ciudad de México busca a Jacqueline “N”, de 44 años de edad, quien fue privada de la libertad por su esposo, quien fue hallado sin vida días después de que raptara a la mujer de la que se obsesionó desde que iban en la secundaria.

La mujer contrajo nupcias con Mario Arnulfo, luego de que ella se divorciara y tuviera tres hijos. Tras haber cumplido su sueño de casarse con la mujer que admiró desde la adolescencia, el hombre cambió de ser amable a ser posesivo y celoso con la mujer de 46 años, con quien se fue a vivir a su casa.

Mario dejó su trabajo y comenzó a fumar en exceso, además de que la seguía al trabajo a su esposa o, donde ella fuera. Ese comportamiento fue el que llevó a la mujer a pedirle el divorcio y a sacarlo de su casa; sin embargo, nunca le entregó las llaves a Jacqueline, mismas que utilizó para irrumpir en el que fuera su hogar el 9 de febrero pasado, de donde se la llevó a la fuerza y desde entonces no se sabe nada de ella, quien trabaja en un sindicato.

Fue pasada la medianoche cuando Mario vistiendo de negro y en compañía de otro sujeto que tenía cubierto el rostro cuando ingresó al apartamento de la Colonia San Juan Xalpa, donde sometió a su esposa y puso un químico para evitar que se siguiera moviendo y que escapara según consta en la carpeta de investigación CI -FAS /E/UI-2C/D/00189/02-2020, que abrió la Fiscalía General de Justicia de la CDMX.

De estos hechos, fue testigo su hija de 12 años, quien para evitar que se la llevaran también, se encerró en el apartamento, tras la indicación que le dio su madre con sus últimas fuerzas, “cierra la puerta y no veas”, dijo Jacqueline, de acuerdo con el testimonio de su hija mayor Fernanda.

A 16 días de la sustracción de su madre, una testigo aseguró que cuando Mario sacó a Jaqueline del edificio la subió a un vehículo tipo Tsuru - pintado como un taxi de la administración pasada de la CDMX- que no traía placas y vidrios polarizados, el cual estaba estacionado en la vía pública, donde había un par de hombres más, uno de ellos armado.

Las investigaciones señalan que el autor material e intelectual del rapto de Jacqueline, es decir Mario, fue hallado sin vida el 14 de febrero en Nezahualcóyotl, Estado de México; sin embargo, ella aún no aparece.

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