María Guadalupe Lezama y Raúl Reyes, padres de una de las presuntas víctimas de abuso sexual por el legislador Saúl Huerta, se dieron cita en San Lázaro para solicitar el desafuero del servidor público de Morena, ante la discusión que se lleva a cabo en la Cámara de Diputados.
Los padres del menor en compañía de su representante legal, Teófilo Benítez, pidieron que Huerta sea juzgado sin privilegios por el delito que cometió en contra de su hijo, quien continúa con tratamiento psicológico.
El señor Reyes, dijo que “como familia estamos al pendiente de mi hijo, lo único que queremos es justicia, que ya no se estén burlando de nosotros. Está estable mi hijo, pero es algo que no se puede reparar, se podrá olvidar, pero no se repara”.
El abogado Benítez, explicó que, en caso que apruebe el dictamen, faltaría judicializar al diputado, para que se expida o no, la orden de aprehensión en su contra, dijo antes de intentar ingresar al recinto, con la intención de que “los propios diputados escuchen a la madre del menor, que escuchen realmente el daño que ha causado el diputado Huerta, y que esto no quede impune”, dijo.
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Ante la negativa de su entrada, el abogado, lamentó que les otorgaron acceso solo para seguir la sesión extraordinaria a través de monitores, ubicados en una sala de espera.
Benítez Granados recordó que en tiempo y forma se envió ayer un oficio dirigido a la diputada Dulce María Sauri Riancho, Presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, donde se le solicitó el acceso para Raúl Reyes y Guadalupe Lezama, padres del menor.
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