Una estudiante del primer año de educación secundaria de una escuela, localizada en el municipio de Metepec, en el Estado de México, intentó suicidarse debido a que sufría bullying a manos de uno de sus compañeros, quien se la pasaba planeando cómo matar a todos en el salón.

De acuerdo con el papá de la menor, José V., a pesar de que las autoridades educativas tenían conocimiento de la conducta del estudiante agresor, nunca tomaron cartas en el asunto, y derivado de una denuncia que decidió interponer, la dirección del plantel expulsó a su hija, pero un juez obligó al colegio a resarcir los daños causados a la menor.

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Con documentos en mano (de los cuales LA PRENSA tiene copia), relató que el muchacho jugaba con unas tijeras cuando hablaba de asesinar a alguien.

“Mi hija me reveló que su compañero disfrutaba y se burlaba del dolor ajeno y que se la pasaba planeando cómo matar a alguien y que cuando le platicaba esto jugaba con unas tijeras girándolas en su dedo. También quería matar a todos en el salón con una pistola que tenía su abuelo”, dijo.

Así comenzó la pesadilla

La pesadilla para la niña comenzó en agosto de 2021. “Mi hija me pidió con insistencia que se le permitiera iniciar el ciclo escolar en la modalidad presencial; estaba realmente feliz de entrar a primero de secundaria en la misma escuela donde hasta ese momento había estado estudiando”.

José V. manifestó a este medio de información que él iba a dejarla en la mañana y la recogía por la tarde. “Siempre iba de muy buen humor y era lógico después de haber cursado el sexto año en la modalidad a distancia debido a la pandemia”, mencionó.

Sin embargo, dijo que ya en septiembre a la menor no se le veía tan feliz como en el mes anterior, todo lo contrario. Agregó que su esposa y él pensaron que ese cambio podría ser por tener 12 años y estar entrando a la pre adolescencia.

“En el mes de noviembre nos hablaron del instituto en dos ocasiones diferentes días para informarnos que a nuestra hija le dolía la cabeza y sentía mareos, que por favor fuéramos por ella”.

Explicó que “a principios de diciembre del 2021 nos volvieron a llamar para indicarnos nuevamente que nuestra hija tenía dolor intenso de cabeza y mareos y que debíamos ir por ella”.

Narró que, al siguiente día de estos malestares, regresando de ir por ella a la escuela, “me comentó que se sentía triste porque le había dicho a un compañero de su escuela que ya no quería que continuaran siendo amigos, debido a que él la afectaba mucho y que lo mejor era distanciarse”.

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El padre indicó que decidió preguntarle a su hija cómo la afectaba. “Solo me dijo que el estado de ánimo de su compañero siempre dependía de cómo se sentía ella, y que no podía cargar con ese peso. También me indicó que se lo había platicado a su coordinadora y que le había dicho que era una buena decisión”.

Abundó que, ante tal situación, le pidió a la menor que evitara tener contacto con ese niño y que yo tenía la obligación de comentarle todo esto a su coordinadora para que ella y la escuela estuvieran pendientes.

“La respuesta de la coordinadora fue que el niño ya estaba siendo atendido por un especialista y que no me preocupara”.

Afirmó que la mañana del sábado de esa misma semana, “mi hija se despertó muy temprano, bebió agua y se desvaneció. Inmediatamente la lleve al hospital donde le dieron calmantes y después de 5 horas, la dieron de alta con un diagnóstico de sobrecarga de ansiedad”.

Intentó quitarse la vida

Explicó que, al día siguiente, “nos percatamos que la niña se estaba tomando una pastilla, al cuestionarla confesó que intentó desde la noche del viernes quitarse la vida con pastillas para dormir”.

Alarmados tras las palabras de la niña la llevaron de nueva cuenta al hospital donde les dijeron que necesitaba ir a un hospital que tuviera urgencias psiquiátricas.

“Nos trasladamos al Hospital Español de CDMX donde la revisaron en urgencias y nos comentaron que estaba en una crisis de ansiedad y estrés por lo que se tuvo que quedar internada 12 días”.

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Quiso ahorcarla

El caso subió de tono cuando la menor confesó a la psicoanalista que el niño con el cual había terminado su amistad, la intentó ahorcar en tres ocasiones por lo menos y fueron los días en que había tenido dolor de cabeza y mareos, mismos días que llamaron de la escuela para reportar los dolores y la solicitud de ir por ella.

También comentó que en el último ahorcamiento estuvo a punto de desmayarse y que la directora del instituto tuvo conocimiento y mandó llamar a ambos y “a mi hija le reprochó que por qué se dejaba”.

Aseguró que a raíz de estos acontecimientos y la falta de comunicación de parte de la Institución y el nulo cuidado y salvaguarda que tuvieron hacía la niña, “tomamos la decisión de interponer una demanda de amparo por medio de nuestros abogados ante un juez federal”.

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Padres presentaron una demanda; escuela da de baja a la niña

Aseguró que la juez federal dictaminó que existían todas las atenuantes para considerar que existía bullying y dictaminó medidas preventivas hacia la escuela.

“Al conocer la demanda la directora de secundaria no permitió que mi hija se bajara del carro, comentándome que no podía ingresar a la escuela y que posteriormente me contactarían para explicarme el motivo. Más tarde nos mandaron un correo electrónico indicándonos que mi hija estaba dada de baja y que pasáramos por su documentación”.

Juez impone medidas en favor de la menor

Finalmente, dijo que, en la resolución, la juez impuso medidas y obligó al plantel entregar a los padres una carta en la que acepta que se cometió bullying, pudiendo los padres hacerla valer en la vía y forma que convenga a nuestros intereses legales.

Asimismo, la escuela deberá proporcionar tratamiento psicológico con un médico privado a la menor; resarcir los gastos que se han generado para el tratamiento de la niña y reparar los daños morales a los que fue objeto la estudiante y su entorno.

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