“Hoy es un día muy triste para todos nosotros, fue de verdad aterrador escuchar como debajo de los escombros varios de nuestros vecinos gritaban y desesperadamente pedían ayuda y no podíamos hacer nada, pues aunque con palas, picos y cubetas sacábamos tierra y piedras, llegar hasta donde se encontraba fue imposible”, dijo la señora Grabiela, al narrar a este medio la odisea que vivieron después del derrumbe.
Ya habíamos escuchado ruidos extraños, dijo, e incluso tenía como tres días que nos dimos cuenta que a consecuencia de los torrenciales aguaceros caían del cerro piedras y tierra, dimos parte de ello a las autoridades municipales, pero no nos hicieron caso, lo tomaron a la ligera.
Sin embargo, agregó, la tarde del viernes, alrededor de las 14:00 horas, sobrevino la tragedia, escuchamos un fuerte impacto, semejante al de una explosión de gran magnitud y cuando salimos de nuestras casas para saber qué había pasado, aterrados descubrimos que enormes rocas y varias toneladas de tierra se desgajaron del cerro y cayeron y sepultaron a por lo menos 4 casas, las cuales quedaron destrozadas y en su interior habían quedado atrapados varios de sus vecinos.
En ese momento, añadió, se comenzó a vivir una auténtica psicosis, los vecinos salieron de sus casas y corrieron, pues pensaron que el desgajamiento del cerro del Chiquihuite, también los iba alcanzar y a dejar sepultados, todos corrían y gritaban, era la locura.
Después, dijo la señora Gabriela, cuando los vecinos reaccionaron, surgió en ellos la solidaridad que caracteriza al mexicano y todo mundo con palas, picos, cubetas y botes llegaron hasta donde habían quedado sepultadas las cuatro casas y de manera desesperada comenzaron a excavar y sacar tierra y piedras con la intención de sacar a las personas que habían quedado atrapadas, mismas que aseguró gritaban de manera ensordecedora pidiendo ayuda, pero todo esfuerzo fue en vano, pues fue imposible ayudarlos.
En la colonia La Presa, segunda sección se vive todo un clima de tristeza y desolación, la gente camina, va y viene con gran incertidumbre y pregunta insistentemente si ya se rescató a algunas de las personas desaparecidas y en algunos momentos hasta muestran cierto temor de que se registre un nuevo desgajamiento y afecte más viviendas.
Elementos de la Guardia Nacional, del Ejercito, La Marina, policía estatal y municipal mantienen acordonada toda la zona y realizan permanentes operativos a pie, para evitar que la gente que no tiene nada que ver entre a la zona, además de evitar la rapiña.
Los mismos vecinos expresaron su deseo por apoyar en Las labores de rescate; sin embargo, las autoridades no se los han permitido porque es sumamente peligroso, ya que dijeron, existe la posibilidad de un nuevo desgajamiento.
Sin embargo, los vecinos se mantienen a la expectativa e incluso formaron algunos grupos que se han dado a la tarea de dar alimentos, agua, café y refrescos a todos los rescatistas y policías que trabajan en la zona.
Esta tarde, en un hecho que causo gran entusiasmo y admiración entre todas las personas que se encontraban en el lugar, uno de los vecinos conocido como “El pantera”, tomo entre sus manos una bandera nacional y tras manifestar su admiración y respeto por todos los socorristas y policías que trabajaban en la zona, a quienes calificó como héroes anónimos, invito a todos sus vecinos a que entonaran el himno nacional y a que se solidarizaran con palabras de aliento y fortaleza para estos héroes anónimos, para que encuentren precisamente las fuerzas necesarias para rescatar con vida lo antes posible a los desaparecidos.
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