A tres semanas de la detención del feminicida serial Andrés "N", las calles cercanas a la vivienda donde ocurrió la masacre de varias mujeres, continúa el resguardo de agentes policiales de Atizapán, mientras que los vecinos prefieren no hablar más del hombre a quien consideraron un vecino ejemplar por años, mientras que tras los muros de su casa era un asesino.
En el domicilio ubicado en calle Margaritas, colonia Lomas de San Miguel en Atizapán de Zaragoza, Estado de México, continúa el trabajo de personal de Investigación, Forense y Servicios Periciales de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), quienes buscan más restos humanos de jóvenes que fueron víctimas de Andrés.
Sobre los trabajos realizados en esta vivienda, la autoridad indica que esta labor es muy pesada y que es posible que en los próximos días sigan encontrando restos de más mujeres desaparecidas, que fueron parte de la colección macabra de este hombre.
Aunque el ambiente de la calle es pesado debido a cinta policial, los vecinos de la calle han continuado con sus vidas y evitan dar entrevistas, indican que no quieren tener problemas o no quieren tener que ver nada con la prensa en general.
Otros tantos mencionaron que ya están hartos de que llegaron los medios de comunicación a hacerles preguntas, que ya habían dicho todo lo que tenían que decir y que no querían volver a ser entrevistados.
Sólo Margarita, una joven mujer que tiene una Miscelánea muy cerca es quien accede a dialogar con la representante de La Prensa.
“Mi familia y yo nos encontramos preocupados por lo ocurrido, no es algo que nos imagináramos que estuviera pasando a pocos metros de nuestra vivienda” dice mientras se estruja las manos y su mirada se pierde hacia la calle donde esta “la casa del horror”, como ahora se conoce a este lugar, que aun causa curiosidad a quienes pasan por la zona y se detienen unos segundos tratando de ver que es lo que se hace ahí.
"Era una persona que realmente todos conocíamos, mis papás tienen 40 años viviendo aquí, así que yo tengo toda la vida de conocerlo", dijo.
Expreso que: Los vecinos de la zona, se percataron de que Andrés, en efecto, llegaba en ocasiones con jovencitas, sin embargo, debido a que cada una de ellas era diferente, suponían que se trataba de trabajadoras sexuales, por lo que no le tomaron importancia.
Añadió que nunca pensaron que el señor fuera esa clase de persona, pues parecía un hombre común y corriente, pues nunca presento alguna acción que lo hiciera desconfiar de él.
"La verdad es algo que no espera ver en mi vida y menos que se tratara de una persona que yo conocía” dijo al resaltar la sorpresa que le causó ver el movimiento policial y luego las noticias en que se narró con todo detalle los horrores que las mujeres vivieron entre esas cuatro paredes.
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