Laura Jazmín Maldonado Romero, en una manifestación con varios cientos de personas frente a tribunales del Poder Judicial de la Federación, que cerró Avenida de los Insurgentes de la CDMX en ambos sentidos, ha levantado la voz contra lo que describe como una serie de violaciones a los derechos humanos en el proceso de extradición de su esposo, Ramiro Pérez Moreno.

Acusa a diversas autoridades judiciales, incluyendo al juez federal Gerardo Genaro Alarcón López, de actuar de forma ilegal y corrupta. Según su testimonio, existió complicidad con la Fiscalía General de la República para manipular el proceso, prohibiendo a su esposo el derecho de presentar y obtener pruebas de manera adecuada, lo que considera un acto de corrupción y una violación a la Soberanía Nacional.

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La denunciante argumenta que estas acciones favorecen intereses extranjeros, específicamente del gobierno estadounidense, y critica la aplicación de una ley de extradición anticuada que, según ella, no protege los derechos humanos de los involucrados. Además, destacó que su esposo ya fue absuelto en México por los mismos cargos por los que ahora enfrenta la extradición, lo que pone en cuestionamiento la validez y justicia del proceso.

Ella ha hecho un llamado a todas las autoridades mexicanas, incluidos el presidente, diputados y senadores, para que respeten el estado de derecho y los derechos humanos de su esposo. Esta denuncia se suma a otras voces que cuestionan la integridad de los procesos de extradición en México y la presión política que, según afirman, se ejerce sobre los jueces para acelerar estos procesos. Laura Jazmín afirma que este caso es solo el comienzo de un movimiento más amplio que busca defender los derechos humanos y luchar contra los abusos en las extradiciones.

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