NEZAHUALCÓYOTL, Edomex, 2 de enero.- Maricela “N” de 22 años de edad –una mujer en situación de abandono social por parte de su familia- murió atropellada la mañana de este sábado, en calles de la colonia Vicente Villada.

Su cuerpo quedó en el cruce de Avenida Pantitlán y Calzada las Torres, a un costado de una gasolinera; el conductor responsable escapó del lugar para evitar ser detenido.

Amigos de ella denunciaron que hace 15 días aproximadamente, Maricela –que padecía un ligero retraso mental- fue abandonada por su pareja sentimental, en la vía pública.

“Ella nos contó que sufrió mucho toda su vida; desde que era pequeña, con su familia; hasta que creció, con su pareja y padre de su hijo”, comentaron varias personas que se encargaron de cuidar a Maricela durante estas últimas dos semanas.

De acuerdo con la versión de sus conocidos, Maricela no pudo recordar su dirección debido a su condición mental, por lo que tuvo que adaptarse a la vida en la calle.

Con tan solo 22 años, ella padeció rechazo social, familiar, abusos físicos y psicológicos en sus círculos más cercanos.

“Se ve que sufrió toda su vida; nos dijo que de niña la ahogaban en una tina llena con agua. También vimos que tenía un brazo roto y muchas cicatrices en el cuerpo”, continuó su grupo de amigos.

Después de ser abandonada a su suerte, Maricela adoptó el oficio de otras personas en situación de calle, lavar y limpiar parabrisas a los automóviles que transitan por la zona a cambio de obtener unas monedas.

“Desde que llegó se puso las pilas, aunque tenía un poco de retraso era una mujer muy lista, de volada agarró un trapo y se puso a limpiar los vidrios. Ella decía que no le gustaba ser una mantenida”.

En las calles de Nezahualcóyotl, Maricela o “La Chaparrita” –como le decían de cariño- encontró la familia que no tuvo en sus 22 años; en cuestión de días se ganó el cariño y la confianza de varias personas, entre ellas, la señoras Daissy y Martha y un adulto mayor apodado “El Güero”.

A pesar de tener poco de conocerla, esas tres personas le lloraron desconsoladamente y lamentaron que una persona “tan noble” haya sufrido tanto a tan corta edad.

“Todos los días se levantaba temprano para trabajar; decía que su intención era buscar a su hijito para tenerlo cerca aunque nosotros lo veíamos difícil porque no recordaba nada de su casa ni su barrio”, explicó la señora Daissy.

De acuerdo con los testigos del accidente, la mañana de este sábado, Maricela fue embestida por el conductor de un camión cuando se comía un pan de dulce y un café.

Por la velocidad a la que viajaba la unidad, su cuerpo fue proyectado cerca de diez metros; al caer al pavimento sufrió múltiples fracturas, principalmente en el cráneo.

"Cuando nosotros nos acercamos, ya estaba mal, pero aún así debo decir que la ambulancia tardó muchísimo en llegar, más de una hora. Nosotros exigimos que las autoridades encuentren al chofer responsable y que nos dejen reclamar su cuerpo porque sino se va a ir a la fosa común”, continuaron los presentes.

Al confirmarse el deceso, elementos de la Policía Municipal levantaron un cordón de seguridad para evitar que curiosos se acercaran a tomar fotografías y para que los indicios no fueran alterados.

Los amigos de la víctima le acercaron un trozo de cobija para tapar su rostro maltratado y cubierto con sangre, y le prendieron tres veladoras blancas para que “iluminaran su camino”.

Horas después, servicios periciales de la Fiscalía General de Justicia del estado de México intervinieron en la esquina y comenzaron a registrar lo sucedido; levantaron el cuerpo y lo llevaron al anfiteatro correspondiente para practicarle la necropsia de rigor.