Naucalpan.- Tres de los cinco comerciantes de esquites que fallecieron prensados por un tráiler en un accidente vial del pasado lunes, fueron sepultados luego de una misa realizada en compañía de la comunidad; el cuerpo de la otra mujer fue velado un día anterior. Ahí, en medio de ramos y arreglos con flores blancas también hubo lágrimas, gritos de dolor, consternación y la exigencia de justicia.
Tres eran los ataúdes que se podían observar en la explanada de la iglesia San Francisco Chimalpa, donde se realizó una misa de cuerpo presente a las víctimas del accidente ocurrido sobre la Carretera Libre Toluca-Naucalpan a altura del kilómetro 17+500; el cuerpo de la pequeña quien también falleció tras dos días en terapia intensiva, será velado y sepultado este jueves.
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Tristeza e impotencia se observaba y lágrimas corrían por los rostros de familiares que esta mañana asistieron a escuchar la misa de cuerpo presente, antes de trasladarlos al panteón donde finalmente descansarán todos juntos.
La tragedia que conmovió a los habitantes de este municipio se hicieron presentes en la misa, para dar las condolencias a los familiares quienes se encontraban desechos ante la pérdida. Mientras la misa se llevaba a cabo, los seres amados de las víctimas acompañaban desconsolados los ataúdes.
Antes de pasar a pedir la limosna, el padre mencionó que la colecta reunida sería para los familiares pues sabía que le hacían falta los recursos, ya que los fallecidos trabajaban día a día para sustentar a la familia, la solidaridad de la comunidad se dejó ver, pues, finalizado el sermón, el diezmo recolectado entre los presentes les fue entregado.
Para dirigirse al lugar donde sepultarían los cuerpos, coronas de rosas rojas y flores blancas indicaron el camino para llegar al panteón, mientras los familiares y amigos cercanos cargaban los féretros uno de tras de otro, acompañados de incienso y el estruendo de los cuetes que lanzaban para acompañar a la caravana.
Ya en el panteón al ritmo de música norteña, los desconsolados seres queridos de los fallecidos les daban el último adiós, mientras con flores blancas les colocaban agua bendita.
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Los rostros llenos de dolor se podían ver entre los presentes mientras uno a uno los ataúdes descendían mientras, el vestido de novia y el traje del novio eran abrazados fuerte, justo a un costado del lugar donde descansarían para la eternidad.
Ahí, en medio del luto y dolor, familiares, amigos, conocidos y vecinos exigieron justicia y todo el peso de la ley para el conductor del camión tipo torton, identificado como Raúl “N”, de 45 años, a fin de que se castigue con forme a derecho, pues señalaron que los encargados de la aseguradora del camión responsable del accidente, estaban presionando a familiares para que les otorgaran el perdón y no pagaran la indemnización.
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