Los tortuosos caminos de la justicia mantienen en jaque a un par de madres de familia, cuyos hijos fueron detenidos, acusados de intento de homicidio y encarcelados, sin que alguien quiera aceptar las pruebas que ofrecen de la inocencia de este par de muchachos.
“Si fueran culpables, no estaríamos aquí poniendo nuestra cara”, señalan, mientras hablan del día de la aprehensión, en que policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana aseguraron que se trataba de una revisión de rutina, pero terminaron llevándose a los jóvenes y declarando que hallaron un arma.
El caso está contenido en la carpeta de investigación CI/FMH/MH-5/UI-3 C/D/00264/02-2019 donde está asentado que el 23 de febrero de este año, elementos de la SSC fueron del asalto a un transporte público en avenida Miguel de Cervantes Savedra y al arribar ven bajar a un masculino, que a cinco metros acciona una pistola, lesionándolo en el pecho y que luego gritan “alto policía” escuchando una tercera detonación, mientras los dos masculinos corren a una moto y se dan a la fuga.
Declaró el policía que subieron a la patrulla e inician una persecución por calzada Legaria y Lago Atitlán hasta llegar a callejón del Zapote (aunque ellos fueron sacados de tercera privada de Ignacio Allende número 30, colonia Argentina o México), cabe agregar que el policía declaro que detuvo a Eder “N” y Lucio “N”, hallándole una pistola calibre .380, al primero.
Pese a todo ello las madres de los muchachos afirman que una vecina pudo escuchar cuando un policía le dijo a quien revisó a sus hijos, que por ordenes del jefe ya los subiera, a lo que él respondió “no manches ellos no son”, pese a los cual se los llevaron.
Dentro de la carpeta se sabe que a uno le realizaron la prueba de Harrison que salió negativa, mientras que la otra, a cinco meses no ha llegado, además que la abogada de oficio se ha negado a solicitar las grabaciones de las cámaras de vigilancia de las calles citadas en la declaración, que demostrarían que no son ellos los ocupantes de esa moto, misma que fue recuperada en la zona. De la misma manera han pedido que se solicite la sábana de llamadas y ubicación GPS del teléfono celular de los jóvenes, pero la abogada se ha negado, aduciendo que no serviría.
Por ello, hacen un llamado al titular del consejo de la Judicatura Federal, al juez del caso y a la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, porque dijeron “aunque nuestros hijos no estudian, trabajan con nosotras, y no son delincuentes” Cabe señalar que han buscado el apoyo de un abogado para defender esta verdad que sacaría a sus hijos de la cárcel, pero la primera quería 20 mil, solo por desencriptar unos videos y el último pedía 30 mil pesos para sacarlos de prisión, y ellas dicen no contar con este dinero.