Las áreas de inteligencia del gobierno de la Ciudad de México investigan una disputa entre los grupos delictivos La Unión y Fuerza AntiUnión, luego de la serie de ejecuciones que se han registrado en los últimos 30 días, los cuales han sido perpetrado por sicarios, quienes tras cometer los asesinatos han escapado. Hasta el momento suman al menos seis los crímenes contabilizados por las autoridades de investigación de los delitos relacionados con las diferencias criminales.
De acuerdo a investigadores de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México y de la Secretaría de Seguridad Ciudadana capitalina, los dos últimos crímenes, cometidos en contra de Andrik “H”, de 20 años de edad, considerado como presunto integrante del grupo criminal Fuerza AntiUnión y el del José “N”, a quien se le relaciona con la organización delictiva La Unión, forman parte de la disputa que mantienen esos dos grupos delictivos.
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José “N”, de La Unión Tepito fue ejecutado a balazos en el rostro el pasado viernes en el andén de la estación del Metro Tepalcates en Iztapalapa y pese a la seguridad del Sistema de Transporte Colectivo, el sicario salió de las instalaciones y se dio a la fuga a bordo de un vehículo en el que lo esperaba uno de sus cómplices.
En tanto que Andrik fue ultimado a balazos en los momentos en que se encontraba a bordo de una camioneta en la Colonia Morelos. Tras ser ultimado, los sicarios se dieron a la fuga.
Como parte de las investigaciones, personal del gabinete de seguridad del gobierno de la Ciudad de México mantienen una investigación contra los integrantes de esos dos grupos delictivos generadores de violencia dedicados trasiego de drogas, narcomenudeo, extorsión, cobro de piso, secuestro y portación de armas de fuego para uso exclusivo de las Fuerzas Armadas que van desde armas cortas, hasta fusiles de asalto R-15, M-2 y Ak-47, mejor conocidos como “cuerno de chivo”.
Y, es que de acuerdo a la versión de los encargados de la desarticulación de grupos criminales que operan en la Ciudad de México, La Unión Tepito y Fuerza AntiUnión, han desatado una disputa a muerte por el control de la plaza del barrio bravo de Tepito, localizado en la Colonia Morelos, luego de que sus principales líderes han sido asesinados o detenidos en operativos y cateos por parte de policías de la Subsecretaría de Inteligencia e Investigación Policial de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México.
La detención de los principales líderes de La Unión de Tepito, Roberto Mollado Esparza El Betito y de David García Ramírez El Pistache, así como de sus principales sicarios, provocó que ahora cinco grupos de narcomenudistas que trabajan de manera “independiente”, se estén peleando a muerte la cúpula de esa estructura criminal; según las investigaciones, son los responsables de las ejecuciones ocurridas en las Alcaldías Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Gustavo A. Madero e Iztapalapa.
Informes de inteligencia de la Procuraduría General de Justicia de la CDMX señalan que estos grupos delictivos, La Unión y AntiUnión, ahora son encabezados por jóvenes que apenas llegan a los 20 años de edad y tienen como objetivo apoderarse de los puntos de venta de droga que le pertenecían a El Betito y sus principales colaboradores, así como las rutas del trasiego de todo tipo de drogas.
Los nuevos criminales, han detonado nuevamente la violencia en calles de las alcaldías Cuauhtémoc, Venustiano Carranza y Gustavo A. Madero e Iztapalapa, donde se han cometido el mayor número de ejecuciones por la disputa por apoderarse de la plaza del barrio bravo de Tepito, localizada en la Colonia Morelos.
Los encargados de las investigaciones señalan que aunque no tienen detectados a líderes visibles, le siguen la pista a los generadores de violencia en el barrio para ser localizados, detenidos y llevados a prisión y así buscar la forma de desarticular a los grupos criminales La Unión y AntiUnión.
Mandos policiacos del gabinete de seguridad del gobierno de la Ciudad de México señalan que en el combate a las organizaciones delictivas se trabaja las 24 horas y que, a sus principales cabecillas, que aún existen, se les sigue la pista para detectar sus guaridas y llevarlos ante las autoridades de justicia para ser procesados y sentenciados.
Para ello, los encargados de la inteligencia utilizan todos los medios de comunicación y visuales tecnológicos, como cámaras de videovigilancia, para observar a los integrantes de sus grupos delictivos para obtener información, corroborarla; realizar cateos y operativos y así poco a poco tratar de desarticular a esas células delictivas que mantienen una diputa a muerte en la zona del barrio bravo de Tepito y sus alrededores.
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