Desde hace 73 días priva la consternación y el pesar en el seno de la familia Martínez Martínez, ante la desaparición del señor Gerardo, quien a los 60 años de edad, y de padecer de sus facultades mentales, se asomó al vano de su domicilio y en un abrir y cerrar de ojos sus seres queridos no lo han vuelto a ver.
La tristeza ronda en esta familia mexicana desde el pasado 31 de octubre del año pasado, fecha en que sucedió la desaparición del querido esposo, padre y suegro.
Su esposa la señora María del Carmen Martínez Cortés, acompañada de una de sus hijas y yerno, acudió a la redacción del Diario de la Mayorías, para relatar lo ocurrido desde esa fecha, con la súplica a los cielos por encontrarlo tarde o temprano.
La señora Martínez Cortés, mencionó que a la pérdida del empleo de su esposo años atrás, y ante la realidad de no contratarlo por su edad, comenzó en él una etapa de angustia y desesperación, por lo que en “el seguro le recetaron Sertralina y Clonazepam”, para controlar la depresión y ansiedad en que cayo.
De ahí en adelante, refirió, lentamente reportó la pérdida de la memoria y dejar de reconocer a sus propios seres queridos.
El afán por dar con el señor Gerardo, ha llevado a cada uno de sus familiares a incansable búsqueda en los reclusorios capitalinos, comedores populares, albergues para personas en situación de calle, recorrer bajo puentes, acudir al Semefo, CNDH, y levantar denuncia ante el Ministerio Público en la Fiscalía para la Búsqueda, Localización e Investigación de Personas Desaparecidas (FIPEDE), entre otras acciones para poder hallarlo.