El área boscosa que rodea la zona arqueológica de San Martín de las Pirámides ha sido objeto de tala clandestina, afirmó el alcalde de la localidad, Eric Ruiz Medina, quien dio a conocer que sobre la Avenida Periférico Pirámides varios árboles amanecieron “rapados” y otros más han sufrido cortes sin terminar con sierra eléctrica.
El presidente municipal mencionó que quienes están cometiendo este daño ecológico están dejando debilitados a los árboles metiéndoles la sierra de manera horizontal para dejarlos vulnerados y simular que se trata de una caída natural, propiciada por los vientos.
Al dar a conocer tal situación ante los medios de comunicación, el indicó que hasta el momento no se tienen identificados a posibles responsables e hizo un llamado a los ciudadanos a que denuncien ante autoridades competentes este delito que debe ser castigado.
Lo misterioso es que nadie se haya enterado, a pesar de que los taladores están utilizando herramientas estruendosas, como sierras y motosierras, situación que ni el gobierno ni los habitantes de las comunidades contiguas han percibido.
Ante tal panorama, las autoridades municipales comenzaron a realizar operativos de revisión en la zona. El alcalde dijo que giró instrucciones para que se efectúen jornadas de vigilancia.
Aseveró que solicitará apoyo para poder llevar a cabo una investigación sobre este asunto, con la colaboración de otras instancias, “pues si bien el delito es del ámbito federal, la seguridad de los ciudadanos es competencia primeramente del municipio, por lo que se revisarán las cámaras de video vigilancia y se emprenderán acciones legales”, aseguró.
Afirmó que el gobierno de San Martín de las Pirámides sostiene la advertencia de que la tala clandestina no sólo constituye un delito, sino un acto cobarde e irresponsable, dado que quienes realizaron los cortes en los troncos para simular una caída natural, están poniendo en riesgo la seguridad de los ciudadanos y su patrimonio, ya que por la Avenida Periférico Pirámides transitan vehículos, bicicletas y personas a pie, con el peligro de que los árboles se vengan abajo.
JLP