La policía militar, dependiente de la Secretaría de la Defensa Nacional, llevó a cabo un operativo en las inmediaciones de la Ciudad de México y Morelos en contra de una banda de talamontes que operaba cinco aserraderos clandestinos en Huitzilac, logrando el decomiso de más de 90 mil metros cúbicos de madera.
El grupo delictivo que es propietario de los aserraderos en Morelos estaba conectado con las policías de la CDMX y del Estado de México, las instalaciones y maquinaria que fueron tomadas por las autoridades federales fueron abandonadas por sus trabajadores.
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De acuerdo con los informes presentado por los elementos del operativo, los bosques que fueron devastados pertenecen a las alcaldías del sur de la CDMX, específicamente de Tlalpan y la sierra del Ajusco, Morelos y el Estado de México.
El convoy policial integrado por 200 militares partió de la Ciudad de México tras la pista de los talamontes, en el camino fueron acompañados por la Comisión Estatal de Seguridad del estado de Morelos, como autoridad estatal para acordonar la zona, más autoridades federales, específicamente la Procuraduría Federal del Protección al Ambiente (Profepa), la Fiscalía General de la República y la Fiscalía General del Estado de México.
En uno de los inmuebles se localizaron más de 200 rollos de madera de pino en trozos, equivalentes a poco más de 75 metros cúbicos; piezas de madera, una torre de aserrío de poco más de 2 metros de altura y un motor de 20 caballos de fuerza, son otros de los objetos que ahí fueron asegurados.
El movimiento de la Sedena estuvo en manos de la 24/a Zona Militar Guardia Nacional y es parte del operativo "Prevención y Combate a la Explotación Forestal", que mantienen vigilancia en contra de la tala clandestina en Huitzilac, aunque en este caso los predios asegurados se localizan en el Barrio de San José.
En un segundo predio se hallaron 57 piezas de madera en rollo y más de mil piezas de pino, entre polines y barrotes; 245 tarimas con un volumen aparente de más de 10 metros cúbicos, así como una torre de aserrío de 2.7 metros de altura, una sierra circular y un carro empujón, son otras de las evidencias localizadas.
De acuerdo con las versiones presentadas por la Guardia Nacional, se contó con un grupo especial de elementos de la policía militar listos para enfrentar cualquier motín de parte de los vecinos o trabajadores de los aserraderos.
Durante el operativo también se logró desmantelar otros dos predios presuntamente empleados por grupos dedicados a la tala clandestina, en ambos se localizaron torres de aserrío de un metro de altura, herramientas y carros empujones, así como piezas de madera aserrada y en rollo de pino.
La policía militar estaba equipada como antimotines, con toletes, cascos y escudos largos, protecciones en hombros, brazos, piernas y cara e incluso implementaron tácticas disuasivas con una marcha en la calle, golpeando los escudos con los toletes y dando voces de mando.
Un despliegue similar se realizó a inicios del mes de agosto en la comunidad de Tres Marías, donde se logró la clausura de dos inmuebles presuntamente empleados por talamontes, que se sumaron a otros 14 aserraderos incautados durante el inicio de estos operativos en el mes pasado.
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