Familiares de Brenda "N", policía capitalina que fue ingresada al Reclusorio femenil de Santa Martha, acusada de haber participado en un secuestro, exigen a las autoridades que se revise el caso y que sea dejada en libertad. Hay pruebas contundentes de que ella estaba enferma, en casa y se sabe que las víctimas fueron inducidas a reconocerla como responsable.
El hecho ilícito que se le imputa, ocurrió durante la noche del 10 de noviembre de 2021. En ese momento, ella tenía escasos 6 meses de haber sido incorporada a una Célula de Combate a los Delitos de Alto Impacto, luego de haber estado encuadrada durante años en las filas de la Subsecretaría de Control de Tránsito de la capital. Ese día, ella se encontraba en casa, sufriendo intensos malestares físicos tras haber contraído Covid-19, estando en servicio.
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Sus compañeros llevaron a cabo la detención de un par de sujetos a bordo de un vehículo, sobre la avenida Marina Nacional, en la alcaldía Miguel Hidalgo. Estos, al parecer llevaban droga entre sus pertenencias y para evitar ser presentados ante el Ministerio Público, ofrecieron dinero a los uniformados, para después acusarlos de secuestro.
Aproximadamente 19 días después, los supuestos afectados realizaron una denuncia contra servidores públicos ante la Fiscalía Anti Secuestro (FAS), y se abrió una carpeta de investigación contra los elementos policiacos involucrados, entre los cuales, arbitrariamente se incluyó a Brenda, por la simple razón de estar adscrita a dicho grupo.
"A mi hermana nunca la mencionaron las víctimas. En su primera declaración, dijeron muy seguros que nada más vieron a una mujer y como a ocho hombres policías. Conforme van compareciendo, van cambiando la versión y ya la empiezan a incluir", dijo Andrea, quien afirma que la única señalada inicialmente, misma que participó en los hechos, ya se encontraba detenida. Son 13 los imputados en total, entre ellos, dos policías que tampoco estuvieron presentes en el hecho.
El 28 de marzo de 2022, Brenda fue detenida por elementos de la Policía de Investigación, trasladada ante el Ministerio Público e ingresada al reclusorio, acusada directamente de haber despojado a los afectados de artículos de valor. "Dicen que les quito una cadena de oro de 100 mil pesos, un reloj Rolex y otras cosas, pero no han acreditado la propiedad de nada y la ubicaron con el nombre de su compañera", mencionó Andrea.
Durante el proceso penal, a los denunciantes les proporcionaron un catálogo de fotografías de mujeres para que estos identificaran a quienes habían participado en el delito cometido en su contra. Brenda era la única que aparecía con uniforme de policía y fue señalada por ellos, pero nuevamente identificada con el nombre de la otra involucrada.
El día en que sucedieron los hechos, la acusada se encontraba en periodo de incapacidad por Covid-19, lo cual se puede comprobar mediante un documento emitido por el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), expedido con fecha del 1 de noviembre de 2021 y vigente hasta el día 14.
Dicha prueba fue desestimada por el juez de control, quien argumentó que, pese a que en el resumen clínico se cumple con la definición operacional de la enfermedad, aunado a que en esa fecha persistía la pandemia por Covid-19 a nivel nacional, el hecho de que el diagnóstico apareciera como "probable Covid-19", da pie a pensar que no estaba realmente enferma ni incapacitada para delinquir.
"La anotación menciona claramente que los campos pulmonares se encuentran disminuidos, que hay bajo flujo de entrada y salida de aire, que tiene disnea de pequeños esfuerzos, además de astenia y adinamia. Era una persona que en ese momento no podía correr, ni siquiera caminar grandes distancias, padecía una fatiga aguda y debilidad generalizada", comentó para La Prensa, la maestra en Salud Pública, Fátima Hernández, tras revisar el diagnóstico.
"Los días martes y sábados, vamos a verla. Luego nos habla por teléfono. Dice que hay varias chavitas, también policías, que parece que es copiar y pegar la carpeta. Todas van por secuestro y algunas ya están sentenciadas. Ella tiene mucho miedo de que aún siendo inocente y con pruebas, la vayan a vincular", comentó su hermana, quien confía en que saldrá libre si el procedimiento judicial se lleva a cabo apegado a la ley.
Brenda, quien dejó trunca una licenciatura en enfermería y que ingresó hace seis años a la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la CdMx, con el sueño de algún día poder formar parte del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM), para salvar vidas, lleva ya más de dos años en reclusión. Sabiéndose inocente, anhela ser libre lo más pronto posible para reunirse de nuevo con sus dos pequeñas hijas.
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