3 de mayo del 2017, son las 6:20 de la mañana cuando Jorge Luis imputado por el feminicidio de Lesvy Berlín Rivera Osorio está frente al zaguán, su casera lo observa muy nervioso y alterado. Le pregunta el “¿por qué?” Sólo contesta: “Nada” y se retira de forma rápida.
La expareja de Jorge Luis amanece estrangulada en una caseta telefónica cerca al Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La señora vuelve a ver a Jorge Luis a los pocos minutos porque su nieta de 10 años gritó cuando el joven le tapa la boca, “¿qué sucede?”, cuestiona. “¿Me presta sus llaves?” “Ve con tu chica”. El señalado, insiste pues su pareja no está.
A su hijo le pide que le abra la puerta del cuarto, que se ubica en el tercer piso. Momento más tarde se escucha mucho ruido arriba.
En la puerta pegada a la calle se escuchaban arañazos, la señora sale a ver qué es y de inmediato se mete el perro blanco, mismo que corrió directo con Jorge Luis.
La casera ve que sus macetas están desechas porque Jorge Luis se brincó la barda de su vivienda, y no entra como siempre lo hacía.
Jorge vuelve a salir de la casa a las 7:30 horas de la mañana del 3 de mayo, y regresa a las 21:00 horas, también llega muy mal y nervioso.
La casera y su familia están sentadas en el patio, Jorge habla gritando por teléfono con Laura desde el baño: “No wey, no mames, no puedo con esto, me estoy volviendo loco. Es que no sé qué hacer. Te veo en la esquina de los tacos”. Se vuelve a salir el acusado de la vivienda.
La conversación que sostuvo Jorge con Laura fue grabada por su nieto, y son audios que están como pruebas contra el imputado pero no se pudieron escuchar por problemas técnicos de la sala de oralidad del Tribunal del Poder Judicial de la Ciudad de México.
La casera deberá regresar a seguir con su testimonio la próxima semana. Así lo acordó el juez José Juan Pérez Soto con la defensoría jurídica de la familia de Lesvy Berlín.
La misma casera denunció en la audiencia que el Ministerio Público no había redactado que su nieto tenía dicho audio, sino fue el 27 de diciembre del mismo año que la Fiscalía sí lo registró e incluso le entregó la grabación en un USB.
El cuarto en completo desorden
Peritos en fotografía, y agentes de la policía de investigación, visitaron el domicilio de Jorge Luis, y en el cuarto la ropa estaba tirada por todos lados, la cama distendida y distintos artículos en el piso como botellas de alcohol, marihuana y pipas con residuo de esta hierva.
Más tarde le tocó el turno para dar su testimonio a Laura con la que habló Jorge Luis desde el perfil de Facebook de la occisa, misma grabación que hizo el nieto de la casera.
La joven dijo que al encontrarse con Jorge este le dijo: “Ya valió madre todo, Lesvy, está muerta”. Los se fueron juntos a CU para preguntar sobre la chica que había apareció muerta en la caseta telefónica era Lesvy.
No fue hasta las 23:30 horas cuando los atendió una de las abogadas de la UNAM, y la misma recordó durante su testimonio que los llevó junto al perro blanco a la agencia del MP de Coyoacán para preguntar por el cuerpo de la joven que apareció estrangulada.
Jorge Luis también le platicó a la abogada de la UNAM que su papá trabaja ahí, y la misma mujer lo llevó en su auto hasta la vivienda del joven.
DATOS
El 2 de mayo del 2017 Jorge Luis ingresó a CU junto a Lesvy y el perro, ahí estuvieron ingiriendo bebidas alcohólicas desde las 17:00 horas hasta la madrugada. Jorge salió después de las 5:00 de la mañana.
Hay un video de 20 minutos que se usan como testigo de las últimas horas de Lesvy. El perro blanco es la pieza clave porque es el que mejor se ve en las imágenes.
El desahogo de pruebas con testigos se dará hasta el 20 de septiembre, y este mismo día el juez decidirá si es o no el asesino de Lesvy donde la pena máxima por feminicidio alcanza los 60 años de cárcel.