/ miércoles 10 de noviembre de 2021

Expertos en aviación califican como ineficiente al actual diseño del espacio aéreo

Respaldan al movimiento “Más Seguridad Aérea, Menos Ruido” pues aseguran que tampoco se han generado los ahorros de combustible que se preveía con el nuevo diseño

El nuevo diseño del espacio aéreo que entró en operación el pasado 25 de marzo en el Valle de México es un gran riesgo para la navegación de los aviones y altamente ineficiente, lo que genera peligros para la población, altos costos para aerolíneas y, en consecuencia, para los pasajeros.

Así lo afirmaron María Larriva y Jaime del Río, expertos en seguridad aérea y operacional del espacio aéreo al señalar que la mejor opción es volver al diseño anterior que ya está probado y es altamente eficiente.

Los expertos realizaron estudios para los vecinos del colectivo “Más Seguridad Aérea, Menos Ruido”, conformado por más de 150 colonias del Valle de México que temen por su seguridad, y lo que encontraron es que por las características muy particulares del espacio aéreo provocados por tres factores como la orografía, que siempre produce turbulencias y condiciones de vuelo difíciles para las aeronaves; la elevación y las condiciones meteorológicas todo el año, se limitan sensiblemente soluciones aeroportuarias.

Sin embargo, Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (SENEAM) realizó el actual diseño sin observar los lineamientos de la Organización Internacional de Aviación Civil (OACI) incluidos en los documentos 9613, 9882 y 8168, donde se habla entre otros de evitar la generación de rutas cerca de zonas con orografía como ocurrió, ya que al imponer una nueva ruta cerca de la zona serrana del poniente del Valle de México, existen menos espacio para poder acomodar los aviones a la hora de encaminarlos hacia la zona de aterrizaje, guardando la distancia de 5 millas.

María Larriva Sahd, la primera mujer controlador de Tránsito Aéreo en México con más de 27 años de experiencia y 35 años como instructor y asesor de aviación, expresó que para el nuevo diseño no se consultó a ninguna de las organizaciones de aviación que deben de ser incluidas en el estudio y en las conclusiones como son Colegio de Pilotos Aviadores, el Colegio de Controladores, el Colegio de Ingenieros en Aeronáutica y muchas otras organizaciones, a la vez que tampoco se realizó un estudio de impacto ambiental.

A través de algunas imágenes, Larriva Sahd, dijo que en primer lugar es inseguro porque “están aproximando en exceso las aeronaves a la orografía, lo que es innecesario, muy incómodo para volar y no hay espacio para cualquier tipo de desviación”.

En segundo lugar, “es inflexible para el controlador de tráfico aéreo, porque quienes diseñaron este sistema quieren obligar a los controladores a que todo el tiempo respeten las llegadas como están publicadas. Y si hay un problema de separación, el controlador no tiene la facultad de pedirle a la aeronave que se mueva de la llegada para proveer una mayor separación”. Y al estar el controlador aéreo limitado en recursos, “se está provocando que haya muchas idas al aire, muchas desviaciones y muchos conflictos que no se podían haber previsto”.

Y, en tercer lugar, “es ineficiente, ya que a pesar de que el aeropuerto está operando máximo al 70 por ciento de su capacidad, hay demoras, hay patrones de espera y hay una serie de maniobras para demorar a los tráficos en los aeropuertos de origen. Es tan ineficiente que en este momento la autoridad está permitiendo que las aeronaves no cumplan con sus horarios y eso nos indica que no cumplen con sus horarios porque no pueden” tener un control ordenado.

La experta, quien también es investigadora de accidentes aéreos por la Universidad del Sur de California, destacó que contrario a la narrativa ofrecida por el Gobierno de México y, sobre todo, SENEAM, tampoco se han generado los ahorros de combustible, descensos continuos, reducción de demoras, reducción de cargas de trabajo de pilotos y controladores, la mayor capacidad del sistema de aeropuertos, entre otros supuestos beneficios, lo cual demuestra la ineficiencia del nuevo diseño en una época en la que el número de vuelos se redujo a 900, cuando la capacidad máxima antes de la pandemia era hasta de 1,400 al día.

Jaime del Río, capitán Piloto Aviador que trabajó 5 años en la aviación ejecutiva, 25 años en Mexicana de Aviación y nueve en Interjet, con experiencia en diferentes equipos de vuelo en los que se incluyen diversos tipos de aviones, entre ellos la familia Airbus 320, A-321 y Boeing 727-200, explicó que en el aspecto de seguridad se están rompiendo las reglas del diseño porque se incumplen las distancias con los obstáculos, está volando totalmente fuera del área de seguridad, cerca de los volcanes y de los obstáculos en el poniente del Valle de México.

Por otro lado, expresó que una aerolínea no puede darse el lujo de volar más de lo necesario, pero hoy hay más tiempo de jornadas de trabajo, más tiempo de uso de motores y más tiempo de uso del planeador, que todo eso por separado se incrementa en los costos del boleto, además de la desorganización en los tiempos de llegada por las demoras en el aire.

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Del Río hizo énfasis desde su perspectiva como piloto en que al llevarse las rutas más cercanas a los cerros, la irregularidad de la orografía por cerros y cañadas, genera mayor turbulencia en las aeronaves y además de la incomodidad y riesgo para los pasajeros, provoca peligro para los habitantes de las zonas por donde hoy pasan las nuevas rutas, además de un ruido exagerado propiciado por el eco incrementado por las barrancas.

Ambos expertos, María Larriva y Jaime del Río, coincidieron en que la mejor solución es volver al anterior diseño del espacio aéreo que ya había mostrado su eficiencia y seguridad por más de 30 años, no generaba mayores riesgos como los que existen ahora, y, sobre todo, los pilotos y controladores aéreos ya estaban familiarizados con él.

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El nuevo diseño del espacio aéreo que entró en operación el pasado 25 de marzo en el Valle de México es un gran riesgo para la navegación de los aviones y altamente ineficiente, lo que genera peligros para la población, altos costos para aerolíneas y, en consecuencia, para los pasajeros.

Así lo afirmaron María Larriva y Jaime del Río, expertos en seguridad aérea y operacional del espacio aéreo al señalar que la mejor opción es volver al diseño anterior que ya está probado y es altamente eficiente.

Los expertos realizaron estudios para los vecinos del colectivo “Más Seguridad Aérea, Menos Ruido”, conformado por más de 150 colonias del Valle de México que temen por su seguridad, y lo que encontraron es que por las características muy particulares del espacio aéreo provocados por tres factores como la orografía, que siempre produce turbulencias y condiciones de vuelo difíciles para las aeronaves; la elevación y las condiciones meteorológicas todo el año, se limitan sensiblemente soluciones aeroportuarias.

Sin embargo, Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (SENEAM) realizó el actual diseño sin observar los lineamientos de la Organización Internacional de Aviación Civil (OACI) incluidos en los documentos 9613, 9882 y 8168, donde se habla entre otros de evitar la generación de rutas cerca de zonas con orografía como ocurrió, ya que al imponer una nueva ruta cerca de la zona serrana del poniente del Valle de México, existen menos espacio para poder acomodar los aviones a la hora de encaminarlos hacia la zona de aterrizaje, guardando la distancia de 5 millas.

María Larriva Sahd, la primera mujer controlador de Tránsito Aéreo en México con más de 27 años de experiencia y 35 años como instructor y asesor de aviación, expresó que para el nuevo diseño no se consultó a ninguna de las organizaciones de aviación que deben de ser incluidas en el estudio y en las conclusiones como son Colegio de Pilotos Aviadores, el Colegio de Controladores, el Colegio de Ingenieros en Aeronáutica y muchas otras organizaciones, a la vez que tampoco se realizó un estudio de impacto ambiental.

A través de algunas imágenes, Larriva Sahd, dijo que en primer lugar es inseguro porque “están aproximando en exceso las aeronaves a la orografía, lo que es innecesario, muy incómodo para volar y no hay espacio para cualquier tipo de desviación”.

En segundo lugar, “es inflexible para el controlador de tráfico aéreo, porque quienes diseñaron este sistema quieren obligar a los controladores a que todo el tiempo respeten las llegadas como están publicadas. Y si hay un problema de separación, el controlador no tiene la facultad de pedirle a la aeronave que se mueva de la llegada para proveer una mayor separación”. Y al estar el controlador aéreo limitado en recursos, “se está provocando que haya muchas idas al aire, muchas desviaciones y muchos conflictos que no se podían haber previsto”.

Y, en tercer lugar, “es ineficiente, ya que a pesar de que el aeropuerto está operando máximo al 70 por ciento de su capacidad, hay demoras, hay patrones de espera y hay una serie de maniobras para demorar a los tráficos en los aeropuertos de origen. Es tan ineficiente que en este momento la autoridad está permitiendo que las aeronaves no cumplan con sus horarios y eso nos indica que no cumplen con sus horarios porque no pueden” tener un control ordenado.

La experta, quien también es investigadora de accidentes aéreos por la Universidad del Sur de California, destacó que contrario a la narrativa ofrecida por el Gobierno de México y, sobre todo, SENEAM, tampoco se han generado los ahorros de combustible, descensos continuos, reducción de demoras, reducción de cargas de trabajo de pilotos y controladores, la mayor capacidad del sistema de aeropuertos, entre otros supuestos beneficios, lo cual demuestra la ineficiencia del nuevo diseño en una época en la que el número de vuelos se redujo a 900, cuando la capacidad máxima antes de la pandemia era hasta de 1,400 al día.

Jaime del Río, capitán Piloto Aviador que trabajó 5 años en la aviación ejecutiva, 25 años en Mexicana de Aviación y nueve en Interjet, con experiencia en diferentes equipos de vuelo en los que se incluyen diversos tipos de aviones, entre ellos la familia Airbus 320, A-321 y Boeing 727-200, explicó que en el aspecto de seguridad se están rompiendo las reglas del diseño porque se incumplen las distancias con los obstáculos, está volando totalmente fuera del área de seguridad, cerca de los volcanes y de los obstáculos en el poniente del Valle de México.

Por otro lado, expresó que una aerolínea no puede darse el lujo de volar más de lo necesario, pero hoy hay más tiempo de jornadas de trabajo, más tiempo de uso de motores y más tiempo de uso del planeador, que todo eso por separado se incrementa en los costos del boleto, además de la desorganización en los tiempos de llegada por las demoras en el aire.

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Del Río hizo énfasis desde su perspectiva como piloto en que al llevarse las rutas más cercanas a los cerros, la irregularidad de la orografía por cerros y cañadas, genera mayor turbulencia en las aeronaves y además de la incomodidad y riesgo para los pasajeros, provoca peligro para los habitantes de las zonas por donde hoy pasan las nuevas rutas, además de un ruido exagerado propiciado por el eco incrementado por las barrancas.

Ambos expertos, María Larriva y Jaime del Río, coincidieron en que la mejor solución es volver al anterior diseño del espacio aéreo que ya había mostrado su eficiencia y seguridad por más de 30 años, no generaba mayores riesgos como los que existen ahora, y, sobre todo, los pilotos y controladores aéreos ya estaban familiarizados con él.

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