Raúl Macías
Algunas personas no ven como de mal agüero el número 13, porlo que un cliente de los baños Rocío, que se encuentran en laColonia Valentín Gómez Farías, en la Venustiano Carraza no hizoaprecio de superstición al entregársele el cabalístico númeropara que ahí se tomara la ducha, pero al resbalarse se golpeó lacabeza y murió por traumatismo craneoencefálico. Quien se diocuenta de esto, fue el encargado del establecimiento público,porque al ver que ya habían pasado varias horas y esa persona deaproximadamente 45 años de edad, no salía, optó por ir a tocarley pedirle que abandonara ya las instalaciones del negocio, pues secuenta con un tiempo específico para que la gente pueda tomar unaducha en este sitio de la Delegación Venustiano Carranza. Como noobtenía respuesta del cliente, el encargado de los baños optópor abrir la puerta y fue en ese momento que se percató de loocurrido. En medio de un charco de sangre que emanaba de la cabeza,se encontraba el cuerpo del hoy occiso, por lo que tan espantosodescubrimiento salió corriendo para buscar ayuda y en la calle seencontró con elementos de la SSP CDMX. A los servidores públicosles explicó sobre la hora en que arribó al lugar el cliente, y eltiempo que transcurrió hasta que fue a ver por qué no salía dellugar, puesto que ya habían transcurrido varias horas y en estetipo de negocios el tiempo es valioso, por lo que más tarde,peritos de la PGJ CDMX sacaron del baño, el cuerpo sin vida de unhombre que no fue supersticioso.
