Entre música de boleros, cientos de rosas blancas y una misa de cuerpo presente, se le dio el último Adiós al fotoperiodista, Enrique Metinides, “El hombre que lo vio Todo”. Su esposa y sus hijas agradecieron las muestras de cariño y afecto que le tenían al “Niño” fotógrafo.
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Era la media noche del caluroso martes, la sala número 2 de la funeraria Gayosso de Félix Cuevas, donde una centena de personas vestidas de negro se congregaron frente al ataúd, resaltaban los arreglos de flores blancas de la habitación, al fondo se entonaban canciones del bolero mexicano, música favorita del periodista.
Sylvia Montiel Abeya, esposa del fotógrafo Enrique Metinides, contó para el periódico La Prensa, que una de sus canciones favoritas era “Contigo aprendí”, misma con la que los amantes se entrelazaron en matrimonio.
“Enrique me pretendía desde que lo conocí en la Cruz Roja, ahí fue donde empezamos a salir”, comento Sylvia.
Ellos comenzaron a salir al cine en la década de los cincuenta, donde presenciaron el estreno de los “Tres Caballeros”, Sylvia recuerda con mucho amor ese día.
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Juntos pasaban las tardes calurosas en los balnearios de la Calzada Zaragoza, donde Enrique no dejaba de tomar fotografías de su pareja en todo momento, motivo por el cual nunca soltaba su cámara.
La pareja tuvo tres hijas, quienes en todo momento veían a su padre salir a diario y montarse a las ambulancias médicas en busca de la noticia.
Marcaban las 15 horas del miércoles, en la mencionada habitación se ofició una misa de cuerpo presente donde el padre recordó varios pasajes bíblicos y a su vez, se mencionaba la labor del fotorreportero.
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Al culminar de la ceremonia el ataúd pasó al crematorio, pero antes su esposa se despidió, sus hijos le dedicaron algunas palabras y sus nietos con una sonrisa recordaban a su abuelo como un hombre amoroso y que nunca les negaba nada.
“Tus hijas te extrañan y siempre te querrán, quedan tus historias para toda la vida”, dijo Mónica, hija de Enrique Metinides. ¡Descanse en Paz!
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