El niño con 'poderes' de la Portales: ni la iglesia ni la ciencia lo entendieron

El caso de Joaquín Velázquez fue un misterio para la iglesia y la policía de la década de los treinta, su poder sobrenatural fue atestiguado por un par de reporteros del periódico LA PRENSA

José Luis Pérez | La Prensa

  · lunes 20 de diciembre de 2021

Hemeroteca y Fototeca Mario Vázquez Raña

Por algunos era temido, para otros admirado, era un niño con telequinesis que dejó asombrados a vecinos de la colonia Portales, así como a autoridades civiles de finales de la década de los 30.

Es el caso del misterioso “Niño Prodigio”, quien mostró su raro poder con el que podía mover objetos sólo con su mente, fue narrado y fotografiado por LA PRENSA. Ochenta y tres años después retomamos el tema en busca de una explicación.

Eran los inicios de mayo de 1938 cuando el reportero de LA PRENSA, Guillermo Gil, se encaminó rumbo a la colonia Portales, donde se sabía vivía un niño con aspectos sobrenaturales, capaz de con su sola presencia tener el poder de mover pesados objetos, hacerlos volar por los aires o simplemente atraerlos hasta sus pies.

Acompañado del reportero gráfico Miguel Casasola, el dúo del entonces “Diario Ilustrado de la mañana” se adentró a la delegación de la policía para obtener información alguna sobre el niño con telequinesis, que aunque no fue precisa, ayudó a ubicar una botica donde una enfermera los llevó hasta la casa del “niño milagroso”, ubicada en el número 48 la calle Héroes de Churubusco.

Hemeroteca y Fototeca Mario Vázquez Raña

LA BÚSQUEDA DEL NIÑO PRODIGIO

De acuerdo con la crónica publicada en la edición de LA PRENSA del 5 de mayo de 1938, fue la madre del niño quien los recibió. Gracias a la compañía de la enfermera, los reporteros pudieron ingresar a la humilde vivienda, en la cual según el reportero, las ventanas carecían de vidrios pues se quebraban al paso del niño.

Luego de presentarse como reporteros y explicarles sus intenciones de entrevistar al más pequeño de la familia, la mujer tuvo miedo de mostrarles a su hijo, y fue finalmente hasta que el señor Boldomero Velázquez, padre del niño, se integró a la conversación y convenció a su esposa de dejar que los informantes realizaran su trabajo y dieran a conocer el caso de su hijo, Joaquín Velázquez.

Previo a presentárselo, los padres de Joaquín compartieron experiencias de los eventos en los que su hijo utilizó el poder sobrenatural que posee, entre estas, una “lluvia” de piedras contra una vecina que frente al pequeño insultaba hasta el cansancio a su madre, provocando el enojo que desató su “travesura”.

De pronto alzó la cabecita para ver a la insolente vecina, que estaba allí, de pie en aquel corredor de la casa y comenzaron a llover piedras en el tejado y a oírse el ruido del trastero de esa vecina, que según supimos después se cayó entero
Mamá de Joaquín Velázquez

La mamá agregó que en otra ocasión el pequeño atrajo hasta ellos un par de monedas que eran necesarias para poder realizar unas compras.

Aunque no todo era asombroso, pues se quejaban del enorme desorden que dejaba el niño a su paso: vidrios rotos, trastes tirados y un constante ir y venir de muebles, todo por el extraño poder que poseía.

Incluso, por un tiempo -dijo la madre- antes de que descubrieran que el niño era el responsable de que los vidrios de su vivienda se partieran, ella pidió el apoyo de la policía para que los cuidara creyendo que las agresiones venían de sus vecinos. Una vez que se percató del extraño fenómeno, acudió a las autoridades civiles, entre estas la procuraduría y la Iglesia, que según su testimonio, en el mundo sólo existían cuatro casos como el de Joaquín.

SU FÍSICO INVITA A LA INVESTIGACIÓN

Con todo estos antecedentes, Gil y Casasola sabían que tenían frente a sí a un verdadero fenómeno, pese a lo desapercibido que pareciera ser a primera vista el muchachito.

Tiene la cabeza amplia, frente ancha, nariz grande… sin embargo, el niño no es repulsivo, pero su físico invita a la investigación

Guillermo Gil, reportero La Prensa

Interrumpido constantemente por su madre, Joaquín contesta breve a las preguntas de Gil, le respondió con un “a veces” al ser cuestionado sobre si piensa o no que caigan las cosas; aunque negó rotundamente que sintiera en su cuerpo alguna reacción al momento de tirar los objetos o hacerlos levitar.

Hemeroteca y Fototeca Mario Vázquez Raña

Reconoció no saber qué poder es el que tenía para hacer volar los objetos, aunque aceptó con seguridad haber pensado en que llovieran piedras contra la vivienda de la mujer que en su presencia insultaba a su madre. Cuando menos se dieron cuenta, periodistas y entrevistados estaban rodeados de curiosos vecinos, muchos de ellos que apreciaban a Joaquín y ratificaban todo lo expresado minutos antes.

Además de testimonios, los reporteros querían presenciar uno de los actos “milagrosos” del niño y para su asombro atestiguaron más de uno, esto luego de que Casasola se adentrara hasta la cocina para fotografíar los trastes y vajillas que permanecían en el suelo, cuando comenzaron a escuchar una fuerte lluvia de piedras sobre el tejado.

A unos metros de Gil cayó una pesada piedra, que por su tamaño, era difícil creer que el menor pudiera arrojarla por las alturas, sumado a que entonces el pequeño “Joaquino” con sólo pensarlo ya tenía junto a él una mesa y una silla en la cual se sentó para despedir a los periodistas. Al final les dio un acto más de su poder e hizo volar el sombrero del reportero por varios metros hasta caer a sus pies.

En sus últimas líneas y con verdadero asombro, Gil cierra su reportaje asegurando a los lectores:

No hay nada en él fantástico que sea de nuestra cosecha, y de lo que relatamos es lo cierto

Guillermo Gil, La Prensa

Reflexivo, agradece que este niño vivía en la era del progreso, “porque si estuviésemos en la tenebrosa época de la Inquisición, Joaquín ya estaría a estas horas en ella”.

Hemeroteca y Fototeca Mario Vázquez Raña


EL PODER DE LA MENTE

El poder sobrenatural que poseía el niño de la Portales no es el único caso documentado sobre telequinesis, un gran referente en este tema del que ni siquiera la ciencia encuentra explicación es el caso de Nina Kulagina, una mujer rusa cuyo poder logró quitarle la vida a un animal, cuando era sometida a una serie de estudios que intentaban descifrar los enigmas que oculta este don.

La telequinesis tiene su origen griego de las palabras tele (lejos) y kinésis (movimiento), es considerada como una habilidad psíquica como la telepatía (hablar y escuchar mentalmente), la premonición (ver el futuro) o la mediumnidad (comunicarse con los espiritus).

No olvides seguirnos en Google Noticias para mantenerte informado

En la misma crónica de Guillermo Gil cita los comentarios de la mamá del “niño prodigio”, quien al entrevistarse con autoridades de la iglesia, le revelaron la existencia de otros tres casos similares, en Austria, Italia y Francia.

Pese a que este poder sobrenatural reta todas las reglas de la física, existe demasiada información sobre técnicas para desarrollar telekinesis en una persona común. Otra explicación podríamos encontrarla en los estudios que afirman que el ser humano solo utiliza el diez por ciento de su cerebro, sin imaginar lo que puede ser capaz si lo aprovechara al máximo.

Síguenos en Facebook: La Prensa Oficial y en Twitter: @laprensaoem