César “N”, “El coqueto”, el escurridizo deprededor que por su forma de actuar se convirtió en uno de los violadores y asesinos de mujeres más sanguinarios en los últimos años en el Estado de México sigue recluido en una celda del penal de Barrientos, donde permanecerá el resto de sus días postrado en una silla de ruedas, ya que hace un par de años un Juez lo sentenció a 240 años de cárcel por la violación que cometió contra 8 mujeres y los asesinatos de 7 de ellas.
Hace 10 años, el 21 de Junio del 2010 iniciaba la carrera delictiva de César Armando Librado Legorreta, “El coqueto”, su primera víctima, una mujer de 25 años de edad, a quien violó dentro de un microbús de la ruta 02, por los rumbos del centro comercial Mundo E, en el municipio de Tlalnepantla, aunque esta mujer aunque pensó que la había matado no fue así y fue pieza fundamental para que policías ministerial lo identificaran y detuvieran, gracias a los datos que aportó de él.
El sanguinario delincuente que representó una verdadera amenaza para las mujeres que viajaban en unidades del servicio colectivo, ya que trabajaba como chófer de la ruta 02, también representó un verdadero dolor de cabeza para la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado de México, pues aparte de que a elementos de la policía judicial les costó mucho trabajo encontrarlo y detenerlo, cuando lograron su captura el sábado 25 de Febrero del 2012, 8 días después, el 5 de Marzo, burlo todas las medidas de seguridad de la entonces Subprocuraduría de Justicia de Tlalnepantla y desde un tercer piso brinco para darse a la fuga.
En aquel entonces el primer medio de comunicación que dio a conocer la captura del “coqueto” fue La Prensa y el primero que informó sobre su fuga fue también La Prensa y esta noticia originó un gran escándalo entre la opinión pública, pues nadie podía creer que un peligroso delincuente como este sujeto haya burlado las medidas de seguridad y escapara en las mismas narices de los elementos de la policía judicial que lo custodiaban.
Comenzaron a darse una serie de conjeturas, entre las que principalmente figuraban las que acusaban a los policías judiciales de haber recibido un soborno por parte del peligroso delincuente para que lo dejaran escapar, pues al haber confesado que había violado a 8 mujeres y asesinado a 7 de ellas, sabía que le esperaban varios años de cárcel.
Sin embargo, con el avance de las investigaciones, se pudo establecer que los policías judiciales nunca recibieron soborno alguno y que efectivamente en un descuido de ellos, el coqueto logro quitarse las esposas que tenía puestas tanto en los pies como en las manos y que una vez que logro liberarse de ellas corrió por uno de los pasillos y en una acción intrépida brinco por una de las ventanas del edificio, desde un tercer piso y una altura aproximada a los 10 metros.
Al caer sobre la superficie, según el reporte médico, el coqueto se fracturo la columna vertebral, una pierna y un tobillo y aún así logro arrastrarse por la calle y escapar al domicilio de su padre en el municipio de Naucalpan, gracias a la ayuda que recibió por parte de un automovilista que sin saber quién era el delincuente, se compadeció de él y llevo a la casa de su progenitor.
En dicho inmueble se mantuvo escondido dos días, hasta que su mismo padre lo llevó en su taxi a la casa de unos familiares en la delegación Magdalena Contreras, pues sabía que s permanecía en su casa iba a ser encontrado y capturado, pues policías judiciales ya le seguían muy de cerca los pasos, pues la instrucción precisa era que dicho sujeto tenía que ser detenido fuera como fuera porque de lo contrario en la PGJEM iban a rodar muchas cabezas entre las que figuraba principalmente la del Procurador Alfredo Castillo.
Cuando policías ministeriales lo ubicaron y detuvieron en la delegación Magdalena Contreras, lo tuvieron que sacar y trasladar a las instalaciones de la Subprocuraduría de Justicia de Tlalnepantla en sillas de ruedas, pues las fractura que sufrió en la columna vertebral, una pierna y su tobillo lo dejaron imposibilitado para caminar.
Nuevamente durante un nuevo interrogatorio, “el coqueto aceptó haber violado a 8 mujeres y asesinado a 7 de ellas, nunca supo que su a su primera víctima la dejo viva. Afirmaba “no lo creo a todas las estrangule con la llave china, precisamente para que no me denunciaran.
Sin embargo, cuando esta mujer lo tuvo a la vista sin temor a equivocarse lo identificó. “Ese maldito rostro nunca lo voy olvidar, desde el día en que me atacó siempre estuve en mi mente, fue una pesadilla en mi vida”, le gritaba la mujer al coqueto.
Otra de las situaciones que hundieron al Coqueto, fue que cuando mataba a sus víctimas, a algunas de las cuales después de muertas, las violó otra vez, fue que a todas les robo todas sus pertenencias y con lujo de cinismo se los regalaba su esposa América.
Uno de los celulares de la última mujer que violó y asesinó “El coqueto”, tenía en su pantalla la foto de su víctima y cuando su esposa América encontró en la calle cartulinas con la fotografía de la mujer, donde se informaba que estaba desaparecida y sus familiares pedían la colaboración de la ciudadanía para buscarla y encontrarla, surgió en América un mal presentimiento y cuando se enteró la porquería que era su esposo ella misma colaboró con la policía para que fuera detenido y encarcelado.
“El coqueto” entró al penal de Barrientos al filo de las 3 de la mañana del pasado 11 de marzo del 2012 y después de un largo proceso, finalmente fue sentenciado a 240 años de prisión.