El presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado de México, Maurilio Hernández González, afirmó que ante el aumento de quejas de familiares de personas privadas de su libertad, respecto a abusos y actos de extorsión en las prisiones de la entidad, los diputados realizarán visitas sorpresas a las cárceles para constar la forma en las que están operando.
Durante la sesión legislativa de hoy, y luego de la reunión que sostuvieron legisladores con la titular de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, Myrna Araceli García Morón, el también coordinador de la fracción de Morena, aseveró que si es necesario pedirán la comparecencia del secretario de Seguridad Rodrigo Martínez Celis, para atender casos de abusos en centros penitenciarios.
En entrevista con medios de información, dijo que será necesario tener denuncias concretas, con el fin de proceder una por una y realizar la investigación pertinente, al tiempo en que advirtió que “pedir comparecencia de quien sea necesario es facultad de los diputados; no descartamos llamar a nadie, no es en particular a alguien; quien deba ser convocado será convocado”.
Indicó que según las denuncias de familiares de presos, en los centros carcelarios existen cogobiernos y corrupción, por lo que consideró urgente insistir en que el estado garantice la seguridad y la integridad de los internos y se respeten sus derechos humanos.
Al respecto, el diputado Faustino de la Cruz Pérez, integrante de la Comisión Legislativa de Procuración y Administración de Justicia, enfatizó que la Secretaría de Seguridad niega que existen cotos de poder o grupos que controlan los penales mexiquenses.
Sin embargo, las familias de las personas privadas de la libertad “viven los chantajes…las presiones para que puedan salvaguardar a sus familiares”, dijo.
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Manifestó que cuando las autoridades y la Comisión de Derechos Humanos acuden a los penales mexiquenses, los autogobiernos dejan de operar y hay buen comportamiento, pero la realidad es otra.
Aseveró que esta práctica difícilmente podrá erradicarse mientras que no haya directores de los centros penitenciarios con un alto compromiso de acabar con los cogobiernos que existen dentro de los penales, las complicidades de los grupos de poder y la corrupción.
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