“Me tiré al piso pecho tierra cuando vi a cuatro sujetos que de manera violenta empujaron el zaguán de mi casa y corriendo escapaban, recuerda el joven Diego, un profesionista dedicado al comercio y, agrega: “uno de los ladrones, se metió la mano a una sudadera como para sacar un arma, lo que me provocó terror. Los sujetos escaparon y, yo me quedó atónico ante lo que sucedía”.

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Diego, el joven que vive en la alcaldía Azcapotzalco llegaba a su casa, después de varios días de pasear con su perro Coyac, por los bosques del municipio de Villa Del Carbón en el Estado de México. Es un momento de mi vida de esos que nunca quisieras que a nadie le pase, agrega.

Diego "N" relató en una entrevista para La Prensa de Organización Editorial Mexicana (OEM) cuando él y su familia fueron víctimas de un robo a casa habitación en calles de la colonia El Recreo, en la alcaldía Azcapotzalco, donde tuvo que arrojarse al piso y agradeció que su perro se encontrara en su auto.

Pues una tarde después de haber salido a Villa del Carbón en compañía de su can de raza Pastor belga de nombre Coyac y disfrutar de un día de aire libre, en donde corrieron, sudaron y jugaron hasta el cansancio, regresaron a bordo de su vehículo hasta su hogar.

Cuando Diego llegó a su casa descendió de su unidad y dejo a su perrito en el auto, mientras caminaba hasta la entrada se, percató de una camioneta que nunca había visto sobre la cuadra y a un hombre junto a ella el cual daba algunas instrucciones a alguien; sin embargo, no le tomó mucha importancia y continúo su camino hasta la puerta de entrada.

Fuga de los ladrones

"Metí la llave y gire el seguro para poder abrir, de pronto en cuanto empujé la puerta peatonal que da hacia el patio y estacionamiento de la casa y entré, cuatro sujetos abrieron de golpe el pesado zaguán dejándolo ir sobre mí.

“Uno de ellos metió la mano al bolsillo delantero de su sudadera como si fuera a sacar un arma de fuego, por lo que me tiré pecho tierra contra el piso, mientras los sujeto con el paso libre subieron a la camioneta y escaparon del sitio a toda velocidad”, narra el joven al recordar aquel momento que sufrió tras encontrar a los ladrones dentro de su casa al regresar de paseo con su perro.

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Tras la huida de los sujetos, Diego se levantó y atravesó el patio para poder ingresar a su hogar, fue entonces que se dio cuenta que se encontraba todo fuera de su lugar.

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Cocina, sala, baños y cada espacio de los cuartos fueron completamente desordenados, los clósets de las habitaciones fueron completamente vaciados como si estuvieran buscando algo detrás de las paredes.

Ropa zapatos y cosas de uso de personal quedaron tiradas sobre los pisos y camas, televisiones o cosas de valor que pudieron extraer de la casa fueron robados.

Sin embargo, en las habitaciones dejaron atrás computadoras portátiles, tabletas y celulares que sabían que tenían localizadores.

Diego comento sentí mucha impotencia pues habían robado nuestras pertenencias, pero me encontraba aliviado de saber que mi mamá no estaba en casa y de que nadie hubiera salido herido, pues dijo "si las cosas hubieran sido diferentes y hubiera bajado a Coyac del auto, seguro se les habría aventado y quién sabe que, hubiera pasado, quizá habría atrapado a uno de los ladrones, pero también estaba el riesgo de que mataran a mi perro.

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