El crujir de la tierra alarmó a los vecinos de la colonia Lomas de Chamizal en la alcaldía Cuajimalpa, con un segundo deslave el domingo por la tarde, que se llevó un tramo de la calle Armada de México, hacia un predio en construcción, lo que mantiene a los habitantes de la zona, desconcertados y temerosos de mayores consecuencias.

Las constantes lluvias provocaron, la semana pasada, que un primer deslizamiento dejara a los colonos sin agua, debido a que una tubería se rompió ante la caída del lodazal, lo que ha impedido el flujo del agua a las casas, situación que tiene preocupados y molestos a los pobladores.

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Eran cerca de las 16:00 horas, cuando Jesús escuchó la tierra crujir, su domicilio y negocio se ubican frente al área que se vio afectada, él a unos metros de su domicilio, regresó cuando sintió el movimiento del piso y, al llegar se percató que parte de la calle, se había ido abajo.

En los ocho años que Jesús lleva habitando la colonia, no había presenciado algo similar, relata que el domingo las autoridades se desplazaron para verificar el problema, primero llegaron los “policías auxiliares, luego protección civil y bomberos. No nos desalojaron y nos dijeron que no corremos riesgo en la casa”.

La señora Teresa Morán comentó que, el problema de los deslaves es frecuente en la colonia, “sobre todo porque hay muchas construcciones y algunas, no cuentan con los permisos de seguridad, pero siguen trabajando y poniendo en riesgo nuestras casas”.

Le vecina, asegura que en toda la colonia Lomas del Chamizal, cuentan con este tipo de problemas y que su vivienda, tiene cuarteaduras, a causa de las obras en predios aledaños, por lo que, “pido a las autoridades que revisen los permisos, ya que están dañando nuestras casas y nos ponen en riesgo. Tememos por nuestra vida y la de nuestras familias”.

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Los propietarios de los domicilios del lote 1 al 6 denunciaron que, desde hace años, se les ha querido despojar de sus casas para construir edificios, “nos da miedo que nos saquen de nuestras casas, pero más miedo nos da que, esta construcción nos ponga en peligro”, contó el señor Javier Ruiz, quien se encontraba en su casa cuando sintió el movimiento y salió a verificar lo ocurrido.

Debido a que cinco metros del arroyo vehicular que se fueron hacia al interior de la construcción, la calle ha permanecido cerrada y resguardada para evitar el paso de unidades pesadas, que repercutan en el estado de la vialidad y las viviendas, en espera del dictamen de las autoridades que corrobore que las viviendas cercanas no corren peligro.

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