/ miércoles 5 de agosto de 2020

Deja primer semestre del 2020, más de 2,124 homicidios atroces: Causa en Común

De acuerdo a la organización de la sociedad civil, los estados con más víctimas fueron Guanajuato, Michoacán y Chihuahua

En 180 días, la violencia arrebató la vida a poco más de 2,124 personas, quienes fallecieron en hechos inhumanos que se han cometido con absoluta impunidad y sin reacción alguna de las autoridades, señala el estudio “Galería del horror: Atrocidades registradas durante el primer semestre de 2020, de Causa en Común.

De acuerdo a la organización de la sociedad civil, los estados con más víctimas fueron Guanajuato (con 537), entidad con más violencia en el primer semestre del año; Michoacán (con 270), Jalisco (con 205), Chihuahua (con 197) y Guerrero (con 187).

En una videoconferencia, Causa en Común citó que las principales atrocidades registradas por medios periodísticos son: profanación de cadáveres (fosas clandestinas y desintegración de cuerpos), con Jalisco ocupando el primer lugar (con 110 víctimas); masacres, particularmente en Guanajuato (con 105 casos); tortura, con Michoacán al frente de la lista (con 58 víctimas).

Descuartizamiento, con Guanajuato encabezando la lista (con 57 víctimas); calcinamiento, en particular Baja California (con 40 víctimas); así como un alto número de asesinatos de niñas, niños y adolescentes, crímenes en los que también destaca Guanajuato, con 27 víctimas.

El número de víctimas se distribuye de la siguiente manera: enero, 512; febrero, 434; marzo, 373; abril, 463; mayo, 486; y junio, con 534.

Mientras que los estados con el menor número de víctimas de atrocidades registradas fueron Nayarit y Aguascalientes (con 10), Querétaro (con cinco), Baja California Sur (con tres), Campeche y Yucatán (ambos con uno).

María Elena Morera, presidenta de Causa en Común, argumentó que “este reporte es un llamado de atención a evitar que se normalicen linchamientos, descuartizamientos y masacres. Presenta un mosaico de dolor y crueldad que se esconde detrás de las cifras de incidencia delictiva”.

Expuso que, lejos de la mitología sobre crimen organizado que prevalece en la conversación pública, “buena parte de estas atrocidades son perpetradas por mexicanos contra mexicanos, independientemente de lo que consideramos como ‘estructuras delictivas’ ”.

Con base en un estudio hemerográfico, entre enero y junio de 2020 se detectaron 2,124 eventos que pueden ser catalogados como “atrocidades”.

Guanajuato, Chihuahua, Michoacán, Estado de México, Puebla y Guerrero encabezan el conteo de atrocidades.

Las cifras totales de casos son un estimado, debido a que algunos medios no reportan eventos que pudieran ser asociados al crimen organizado, por temor a ser agredidos; además, hay eventos que no son reportados usualmente por medios periodísticos, como es el caso del asesinato de niñas, niños y adolescentes, mujeres, o personas con discapacidad.

Definió “atrocidad” como el uso intencional de la fuerza física para causar muerte, laceración o maltrato extremo, para causar la muerte, laceración o maltrato a un alto número de personas.

Así como asesinato de personas vulnerables o de interés político: defensores de derechos y activistas de causas sociales o ecológicas, periodistas, migrantes, menores de edad, personas con discapacidad, funcionarios o actores políticos.

Estas anomalías indican que la ciudadanía no denuncia los delitos, y que las instituciones no promueven la denuncia, no generan confianza entre la ciudadanía.

En tanto, Jacobo Dayan, investigador del seminario sobre Violencia y Paz del Colegio de México, consideró que el estudio es un llamado para que el Estado mexicano asuma la responsabilidad de manera sistémica y no la omisión que hasta la fecha ha tenido ante estas atrocidades.

“Es un llamado para que las “autoridades en su conjunto nos digan cómo van a hacer para abatir la impunidad y la inseguridad, que nos digan lo que hacen para el fortalecimiento de las policías, lo que hacen para generar capacidades de Estado, y no sólo nos digan que esperan reducir la violencia con programas sociales”.

JLP

En 180 días, la violencia arrebató la vida a poco más de 2,124 personas, quienes fallecieron en hechos inhumanos que se han cometido con absoluta impunidad y sin reacción alguna de las autoridades, señala el estudio “Galería del horror: Atrocidades registradas durante el primer semestre de 2020, de Causa en Común.

De acuerdo a la organización de la sociedad civil, los estados con más víctimas fueron Guanajuato (con 537), entidad con más violencia en el primer semestre del año; Michoacán (con 270), Jalisco (con 205), Chihuahua (con 197) y Guerrero (con 187).

En una videoconferencia, Causa en Común citó que las principales atrocidades registradas por medios periodísticos son: profanación de cadáveres (fosas clandestinas y desintegración de cuerpos), con Jalisco ocupando el primer lugar (con 110 víctimas); masacres, particularmente en Guanajuato (con 105 casos); tortura, con Michoacán al frente de la lista (con 58 víctimas).

Descuartizamiento, con Guanajuato encabezando la lista (con 57 víctimas); calcinamiento, en particular Baja California (con 40 víctimas); así como un alto número de asesinatos de niñas, niños y adolescentes, crímenes en los que también destaca Guanajuato, con 27 víctimas.

El número de víctimas se distribuye de la siguiente manera: enero, 512; febrero, 434; marzo, 373; abril, 463; mayo, 486; y junio, con 534.

Mientras que los estados con el menor número de víctimas de atrocidades registradas fueron Nayarit y Aguascalientes (con 10), Querétaro (con cinco), Baja California Sur (con tres), Campeche y Yucatán (ambos con uno).

María Elena Morera, presidenta de Causa en Común, argumentó que “este reporte es un llamado de atención a evitar que se normalicen linchamientos, descuartizamientos y masacres. Presenta un mosaico de dolor y crueldad que se esconde detrás de las cifras de incidencia delictiva”.

Expuso que, lejos de la mitología sobre crimen organizado que prevalece en la conversación pública, “buena parte de estas atrocidades son perpetradas por mexicanos contra mexicanos, independientemente de lo que consideramos como ‘estructuras delictivas’ ”.

Con base en un estudio hemerográfico, entre enero y junio de 2020 se detectaron 2,124 eventos que pueden ser catalogados como “atrocidades”.

Guanajuato, Chihuahua, Michoacán, Estado de México, Puebla y Guerrero encabezan el conteo de atrocidades.

Las cifras totales de casos son un estimado, debido a que algunos medios no reportan eventos que pudieran ser asociados al crimen organizado, por temor a ser agredidos; además, hay eventos que no son reportados usualmente por medios periodísticos, como es el caso del asesinato de niñas, niños y adolescentes, mujeres, o personas con discapacidad.

Definió “atrocidad” como el uso intencional de la fuerza física para causar muerte, laceración o maltrato extremo, para causar la muerte, laceración o maltrato a un alto número de personas.

Así como asesinato de personas vulnerables o de interés político: defensores de derechos y activistas de causas sociales o ecológicas, periodistas, migrantes, menores de edad, personas con discapacidad, funcionarios o actores políticos.

Estas anomalías indican que la ciudadanía no denuncia los delitos, y que las instituciones no promueven la denuncia, no generan confianza entre la ciudadanía.

En tanto, Jacobo Dayan, investigador del seminario sobre Violencia y Paz del Colegio de México, consideró que el estudio es un llamado para que el Estado mexicano asuma la responsabilidad de manera sistémica y no la omisión que hasta la fecha ha tenido ante estas atrocidades.

“Es un llamado para que las “autoridades en su conjunto nos digan cómo van a hacer para abatir la impunidad y la inseguridad, que nos digan lo que hacen para el fortalecimiento de las policías, lo que hacen para generar capacidades de Estado, y no sólo nos digan que esperan reducir la violencia con programas sociales”.

JLP

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