Cristales rotos, muebles destrozados, paredes grafiteadas y daños a un Mural de Siqueiros, también la emblemática Samotracia, forman parte de los actos de vandalismo que ha realizado un grupo presuntos estudiantes, que mantiene en paro –desde hace más de 90 días-, las actividades académicas en la Facultad de Arte y Diseño de la UNAM (FAD).
El personal académico hizo un recuento y reflexión sobre la grave situación, debido a que la comunidad estudiantil está siendo muy afectada, pues aseguran que el pliego petitorio de los paristas se ha atendido todas las solicitudes. Debido a ello, la afectación a la comunidad estudiantil, personal docente y administrativo ha llegado a un punto crítico, en el cual la toma de decisiones es urgente.
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De acuerdo a las investigaciones, el grupo de paristas, al parecer estudiantes de la FAD, uno de ellos, presuntamente, hijo de una académica de la UNAM, desarrollaron un pliego de peticiones el cual exigen sea resuelto sin excepción, como condición para la entrega de las instalaciones, las cuales mantienen tomadas.
Académicos señalaron que dicho pliego petitorio se atendió de inmediato por las autoridades de la Facultad, sin embargo, agregaron, pareciera que la intención es no ceder, aun cuando se ha resuelto cada petición como se solicitó por el grupo de paristas.
Peticiones como dar acompañamiento a denunciantes, seguimiento puntual a denuncias protegidas bajo las normas de confidencialidad, generar acciones para la concientización en temas de género, mejora de iluminación en las instalaciones, seguridad en los alrededores y dentro de la FAD, atención médica, psicológica y a necesidades específicas de alumnos en situación de discapacidad, ajustes en procesos de inscripción, atención a temas de movilidad (rutas RTP), aumento en la capacidad de almacenamiento en Drive, informar sobre el manejo del presupuesto, sueldo a modelos, necesidades de la instalación, implementación de opciones alimentarias, aclaraciones sobre el Plan de Estudios vigente, acuerdos con la Coordinación de Idiomas y el Colegio de Inglés, adquisición de materiales deportivos, acondicionamiento de espacios estudiantiles, integración entre las carreras de la FAD, entre otras, han sido resueltas hasta donde tienen jurisdicción las autoridades internas.
Respecto de las denuncias de abuso sexual, acoso o violencia, en la que se señala a académicos, administrativos y trabajadores en el llamado pasillo del acosador, señalaron en la mayoría de los casos no hay denunciantes, ni se presentan pruebas que respalden las quejas y lo que hay principalmente, son dichos enviados desde el anonimato.
La administración de la FAD y la Universidad ofrecen permanentemente el acompañamiento necesario, sin embargo, no pueden avanzar sin herramientas, por lo tanto, las denuncias no pueden proceder y la presunción de inocencia es latente.
Para la atención a cada petición se debió considerar lo dictado por la Legislación Universitaria, los Contratos Colectivos de Trabajo, la Defensoría de los Derechos Universitarios Igualdad y Atención a la Violencia de Género, el presupuesto asignado a la FAD, la atención de la Alcaldía Xochimilco, la aplicabilidad por tiempo y espacio físico disponibles. Resaltando que, de los avances en la resolución de las peticiones, la comunidad estudiantil, docente y administrativa ha sido notificada permanentemente por los medios institucionales.
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Destacaron que el grupo de paristas, aún con la atención puntual del área directiva “parece no aceptar soluciones a sus peticiones. La motivación principal de este grupo al parecer es destituir personal directivo o docente para sustituirlo por quienes a los paristas convenga, resaltando intereses personales y no del estudiantado, quienes son los que realmente están en riesgo de perder su ciclo escolar”, agregaron.
El momento más crítico ocurrió cuando los paristas se “manifestaron” en Ciudad Universitaria y con el pretexto del conflicto en la FAD provocaron daños a Patrimonio de la Humanidad, como es el caso del Mural de Siqueiros, también la emblemática Samotracia, así como un ataque a un elemento de vigilancia de la UNAM, quien fue golpeado en la cabeza con un martillo, hechos que fueron denunciados ante las autoridades ministeriales.
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