Tlalnepantla.- Entre los fierros retorcidos de la cabina de una pipa particular, quedó prensado por la pierna derecha Jair, de 26 años de edad, quien viajaba como copiloto en una pipa de gas particular, luego de que esta chocara por alcance contra una unidad similar, perteneciente a otra empresa, a la altura de la colonia San Juan Ixhuatepec.
Mientras ambos vehículos de reparto circulaban sobre la carretera federal México-Pachuca, con dirección hacia la Ciudad de México, uno de ellos, propiedad de la empresa Gas Metropolitano, aparentemente frenó repentinamente, provocando que el rotulado con logos de la franquicia "Duval Gas", se impactara de lleno.
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Debido a la velocidad con la que circulaba el vehículo accidentado y a la corta distancia que había entre las dos unidades que iniciaban su jornada de distribución de hidrocarburo, el conductor de nombre Pablo, no logró evitar el impacto.
Tras el hecho ocurrido aproximadamente a las 6:00 horas de este sábado, elementos de la Guardia Nacional, hicieron presencia en el lugar y solicitaron el apoyo de los servicios de emergencia.
Integrantes de Protección Civil y del Heroico Cuerpo de Bomberos de la demarcación, atendieron el incidente. Tras liberar al herido de entre los restos de cabina destrozada, este fue trasladado a un hospital de la zona.
"Mi compañero se rompió el pie. Todavía lo tenía aquí prensado y los de la otra pipa ya se estaban jalando, nada más desatoraron su unidad y se fueron", dijo el chofer que permaneció en el lugar, mientras esperaba a que llegara algún representante de la compañía aseguradora.
"El que tuvo la culpa fue el Santa Clara que se paró a bajar pasaje a media avenida, él provocó que la otra pipa se frenara", dijo una señora que presenció los hechos, refiriéndose a un microbús que hizo una parada indebida, mientras circulaba con destino hacia Indios Verdes.
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El vehículo accidentado, quedo orillado casi en esquina con la calle Emiliano Zapata, a unos metros de un verificentro ubicado antes de llegar a la avenida Río de los Remedios.
"¿Estás bien?", preguntó con preocupación una señora a Pablo, para luego pedir a una señora que vende tamales sobre la acera, que le diera a él un bolillo para el susto. Luego se despidió de este con un gesto de empatía, como si se conocieran de algún lado.
Sobre el pavimento quedaron regados pedazos de los faros y restos de una parrilla, mismos que eran aplastados por las llantas de varios vehículos que disminuían la velocidad ante la presencia de las dos camionetas de la Guardia Nacional y el camión de bomberos, detenidos en ese punto, tras el hecho que paró en un susto.
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