NAUCALPAN, Méx., 12 de julio.- Con un beso en la frente y suaves caricias, un padre se despidió de su hijo asesinado a tiros en calles de la colonia San José de los Leones Segunda Sección, cuando esté caminaba en compañía de su hermano que también fue alcanzado y herido por la balas cuando regresaban de visitar a su hermana. Hasta el momento de desconocer el paradero de los presuntos homicidas.
Y es que los primeros reportes dieron a conocer que un joven de 19 años de edad conocido por amigos y familiares como "El Negro", caminaba y platicaba con su hermano, identificado con el sobrenombre de "El Cholo", sobre la calle Concepción del Oro, luego de salir de casa de su hermana.
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Lo que ellos no sabían es que sujetos armados a bordo de un vehículo Volkswagen Jetta, color blanco y con vidrios polarizados, los seguían de cerca; de pronto y sin previo aviso, comenzaron los disparos en contra de ambos jóvenes, quienes corrieron para buscar refugio, pero fue en vano pues las balas hicieron blanco en sus cuerpos.
Una vecina de la zona que salía con su nieto de su casa, comentó para La Prensa que fueron minutos antes la 13:00 horas cuando ella escuchó las detonaciones y seguido de eso observó cómo uno de los jóvenes caía al suelo, tras ser alcanzado por una de las balas justo a la altura de calle Pinos.
Habitantes de la zona que reconocieron a las víctimas dieron aviso a la familia conocida como "Los Huaraches", los cuales se dedican a vender fruta de temporada.
Testigos de los hechos llamaron al número de emergencia 911 para reportar la balacera por lo que hasta el punto arribaron elementos de la policía municipal y estatal, quienes resguardaron el perímetro mientras ambas víctimas eran auxiliadas por los paramédicos.
El Cholo recibió un tiro en el abdomen por lo que tras estabilizarlo fue trasladado de emergencia hasta el hospital de Lomas Verdes para su pronta atención médica.
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Desafortunadamente, “El Negro”, que apenas pasaba la mayoría de edad, murió casi al instante por lo que nada pudieron hacer, su cuerpo ensangrentado quedó tendido justo a la mitad de la calle hasta donde arribaron peritos de la fiscalía mexiquense.
El padre del joven asesinado con lágrimas en los ojos se acercó hasta la cara de su hijo, le dio un beso en la frente y tras acariciar su rostro, le dio su último adiós antes de que realizaran el levantamiento del cadáver.
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